Jugando con la vida (Juego de Tronos)

Capítulo 39

Capítulo 39

Sólo le tomó una hora a Vaylara dejar de darme el tratamiento silencioso, y como prácticamente había descubierto cómo mantener mis alas en piloto automático, ella comenzó a enseñarme la teoría básica de la magia.

Muy pronto me di cuenta de que la magia era muy similar a la codificación. Parecía que ni siquiera la reencarnación era suficiente para ayudarme a escapar de ese particular dolor de cabeza. Afortunadamente, esta vez, fui mucho más inteligente y el resultado final no fue nada tan insulso como una página web de mala calidad. Eso me mantuvo bastante motivado para aprender todo lo que pudiera.

El único problema ahora era que tenía que aprender otro idioma que parecía más difícil que el mandarín por alguna maldita razón. Quiero decir, sé que reducir una oración entera a una sola letra es eficiente, pero ughh.

Una cosa que noté fue que la magia que me estaban enseñando no era del tipo de magia de "arrojar colores a la cara de la gente" al estilo de Harry Potter, sino más bien magia de pentagramas y círculos. Si bien no era el tipo de magia de batalla rápida que tenía en mente, era muy versátil.

Después de aproximadamente medio día de aprendizaje, Vaylara finalmente se sintió lo suficientemente segura como para permitirme intentar mi primer hechizo. Aunque estuve tentada de intentarlo mientras volaba, decidí que sería más seguro practicar en tierra firme.

Desafortunadamente, en ese momento estaba volando sobre el agua, pero vi algunas islas que parecían ser adecuadas para una breve parada.

Conseguí localizar una sección relativamente apartada de una de las islas y aterricé en un claro espacioso.

"Comencemos con algo pequeño", sugirió, levantando la mano. Un vibrante círculo de hechizos de color azul se materializó sobre su palma y los relámpagos comenzaron a chisporrotear en su interior. Cada rayo que se desviaba demasiado de los límites del círculo se dirigía hacia adentro, creando un espectáculo visual cautivador.

"Como puedes observar, este círculo consta de solo dos runas: relámpago y contención. Ahora te toca a ti intentarlo".

Cuando levanté la mano, una ola de incertidumbre me invadió. "Umm... ¿cómo creo exactamente el círculo?", pregunté, sintiéndome un poco perdida.

Vaylara se rió entre dientes, divertida por mi condición de principiante. "Oh, mi querido mago novato, no te preocupes. La creación del círculo viene después. Por ahora, puedes dibujarlo a mano en un pergamino o trazarlo en el suelo".

Solté un suspiro y me di cuenta de que tal vez se estuviera burlando de mí. "Bueno, supongo que dibujaré en el suelo, ya que no tengo ningún pergamino conmigo... A menos, por supuesto, que pueda tomar prestadas algunas páginas de tu grimorio", propuse, esperando una solución momentánea.

Ella respondió con una sonrisa traviesa, dándome una advertencia con un matiz de diversión: "Puedes intentarlo, pero dudo que quedes satisfecho con el resultado".

Fue un claro rechazo. Aceptando la realidad, tomé un palo cercano y comencé a grabar las runas en el suelo, ajustando mi trabajo según las instrucciones de Vaylara.