Good luck, babe

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But with everybody watching us, our every move
We do have reputations
We keep it secret
Won't let them have it
So come inside and be with me, alone with me
—Once more to see You(Mitski)

Mi padre me despertó en la madrugada me agitó mientras repetía mi nombre, apestaba a alcohol obviamente no me sorprende, los fines de semana se embriaga hasta perder la conciencia o bueno casi diario lo hace, detestaba que me despertara en la madrugada porque o era para decirme buenas cosas o porque quería pelear conmigo.

—Sabrina, ¿estas despierta?—me pregunto después de que me despertó.

—Si.

—Siento que fui muy cruel contigo pero tienes que entender que es porque no quiero que te arruines tu vida—me dijo.

—No entiendo lo que me dijiste.

—Te pego para educarte porque no entenderías de otra forma, así fui criado yo—respondió, aunque estaba arrastrando las palabras y hablaba como un borracho, entendía sus palabras.

—Estoy bien, no te preocupes—le dije.

—Quiero que sepas que te amo y que estoy orgulloso de ti, eres mi hija favorita porque te pareces mucho a mi en la personalidad—me abrazo y se puso a llorar.

—Yo también te amo—le respondí, a pesar de todo lo que me ha echo y me ha lastimarlo, no puedo no quererlo.

—Ya no estas castigada, toma—me entrego unas llaves que reconocí de inmediato.

—¿me vas a prestar tu motocicleta?—le pregunte emocionada.

—Es un regalo por tu cumpleaños, cuando la compre pensaba en regalársela a mi hijo porque yo quería un niño pero es mucho mejor regalártela a ti.

—Gracias.

No es mi cumpleaños pero no quiero romperle su ilusión y aunque le diga que día es no lo recordaría, al igual que cada año.

—Descansa hija—me dejo de abrazar y me dio un beso en la frente—ahora iré a decirle a tu mama que la amo y que se case conmigo.

Yo solo me reí porque ya esta casado con ella pero nuevamente no quería romper su ilusión, en la mañana a la hora que mi hermana me despierta los fines de semana le conté lo del castigo y la moto, su sonrisa se borro de su rostro y paso a tener una cara de preocupación que me dio risa.

—Tu no iras a ningún lado en esa motocicleta, no tienes permiso para conducir— me dijo mi hermana.

—Pero ya se conducir, además que mi papa me dijo que esta bien—le respondí mientras me subía a la moto.

—Tu papa dice que esta bien golpear a su hija, además te pueden multar o te puede morir—me respondió.

—Si no te descubren nada es delito y se manejar muy bien la moto, no soy idiota para irme sin saberla conducir.

—Claro, ¿cuando aprendiste?—me dijo con sarcasmo.

—A los trece años, mi papa quería un conductor designado.

—¿Es enserio?, a esa edad te daba miedo la oscuridad.

—Pero no la muerte, además me gusta pasar tiempo con papa me ha enseñado muchas cosas—le respondí.

—¿Como a conducir carro?—me pregunto.

—Yo quería la moto—me puse el caso—¿Quieres que te lleve?