10 | Ser algo que puedas extrañar

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—Mi noble majestad…

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—Mi noble majestad…

Después de horas en posición inmutable, Felix alza su semblante de entre los pliegues de sus brazos cruzados sobre la balaustrada de mármol que adorna su balcón. Sus ojos abandonan la hermosa vista distante de las plantas en el jardín, acariciadas por la reciente lluvia matutina, para posarse en la expresión preocupada de JiHyo. Esta le ofrece una taza humeante y le brinda una pequeña sonrisa temblorosa.

Felix intenta responder con una sonrisa una vez acepta el gesto, consciente de que se trata de su té favorito, pero dicha sonrisa no alcanza sus ojos. Ninguna luz ilumina su rostro enrojecido por el frío exterior, y parece que no obtiene ni un ápice de calor al llevarse la taza a los labios.

—Agradezco este presente. —Son las únicas palabras que pronuncia. JiHyo frunce los labios y se limita a hacer una reverencia, resignándose a la derrota.

La joven ha intentado durante las últimas dos semanas disipar esa expresión triste y desolada del semblante de su monarca, pero sin éxito. Felix apenas prueba bocado, apenas emite palabra, y se complace sólo en permanecer en su balcón con la mirada perdida en los jardines de la primera planta.

Incluso ha abandonado la práctica de la pintura. Lo que solía ser su única pasión.

Todos se encuentran profundamente angustiados, desde los donceles y doncellas hasta los mismos guardias. A pesar de las órdenes del rey de invalidarle, Felix es alguien fácil de amar y su presencia se nota en cualquier lugar donde se encuentre. No solía sumirse en la tristeza, y acostumbraba a moverse constantemente por su habitación con el único propósito de matar el tiempo. Por tanto, resulta extraordinario verlo tan apagado.

A pesar de los regalos, las exquisiteces culinarias y las flores que le han sido entregados, el omega persiste sumido en su melancolía, renuente a abandonar aquel rincón.

Felix anhela la presencia de su alfa, su aroma y su calidez. Luego del último momento juntos, continuaba sintiéndose fragmentado; algo importante le faltaba.

No obstante, la última noticia del rey data de los días posteriores al celo de su pareja. HyunJin partió en viaje por los reinos vecinos hace más de dos semanas, y aunque se le han enviado cartas detallando el preocupante estado de su reina, no ha habido respuesta.

Excepto por parte de Felix, quien ha sentido cada emoción y sentimiento de su pareja. A pesar de que HyunJin, cumpliendo su palabra de no desear la cercanía de su consorte, ha mantenido abierto el vínculo que comparten desde que abandonó el palacio.

Felix ha percibido su molestia y estrés durante las negociaciones con los demás reyes, su alivio y alegría tras extenuantes horas de viaje a caballo, y su deleite y excitación al encontrarse, seguramente, con más omegas y amantes sorprendentes en su camino.

Queda claro: HyunJin no lo ha extrañado ni un sólo instante. Quizá no lo necesitaba como solía decir. O ha dejado de hacerlo, lo que era aterrador.

Toda esta situación ha bastado para robarle las ganas de esbozar siquiera una sonrisa. No desea moverse, hablar, alimentarse o descansar; tan sólo ansía contemplar el firmamento y sumergirse en la belleza invernal de la naturaleza, aferrándose a su sueño de explorar el mundo y alcanzar la libertad.

Youngblood || HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora