CUANDO NADIE VE

8.ONLY ONE TIME

🔥"Y déjame sentirte una ve', por si no te vuelvo a ver
Luego lo sigo normal con mi vida, y tú la tuya con ella"🔥

NARRADOR OMNISCIENTE

Juliana simplemente no podía creer que la presencia de Valentina en aquella fiesta fuera mera casualidad, y tampoco que haya decidido no volver luego de la llamada con su novia.

La duda martillo su mente con fuerza, y no pudo evitar recurrir a la disimulación al preguntarle a Renata, como si se tratara de un simple dato casual, la ubicación de la habitación de su vecina en el hotel.

Dos golpes discretos resonaron en la puerta, y la espera no fue larga antes de que esta se abriera, revelando a la castaña, sorprendida y desconcertada por la presencia inesperada de la jugadora.

Los ojos de la morena se clavaron en Valentina y no entendía por qué, de repente, la veía aún más hermosa sin el velo del maquillaje que solía adornar su rostro.

Consciente de que no podía quedarse en el pasillo, expuesta a las miradas fisgonas que podrían enrredarlas en un lío de cotilleos, Juliana entró en la habitación, observando la sorpresa escrita en la cara de Valentina , quien mientras cerraba la puerta y se apoyaba en ella, trataba de entender qué hacía su vecina allí en lugar de estar con Renata.

Juliana se volvió hacia ella, enfrentándose a la confusión que se reflejaba en sus ojos, sabiendo que lo que iba a decir podía cambiarlo todo.

-¿Qué haces aquí? -preguntó, sus palabras cargadas de una mezcla de curiosidad y cautela.

-Esta es mi habitación. ¿No debería ser yo quien te lo pregunte? -respondió la castaña con una sonrisa socarrona.

Juliana sabía que tenía razón, y una parte de ella ya empezaba a lamentar su impulso de venir hasta allí, donde no había nada que las separara.

-Me refiero a Cannes-continuó, tratando de justificar su presencia. -¿Cómo sabías que estaría aquí?

La confusión se reflejó en los ojos de Valentina mientras la miraba. No tenía ni idea de cómo la mexicana había acabado en ese lugar en concreto, y se lo dejó claro.

-Simplemente fue una casualidad-respondió ella, tratando de quitarle importancia al encuentro.

Juliana soltó una risa seca, incapaz de tragarse tan fácilmente su explicación.

-¿Una casualidad estar en el sur de Francia? -replicó con sarcasmo.

Valentina , con los brazos cruzados sobre su pecho, la observaba confundida y con cierta excitación al verla actuando con ese aire de indignación.

-Fue una casualidad que nos encontráramos-insistió la española-. Me invitaron a un evento.

No estaba dispuesta a dejar pasar por alto la verdad: Juliana fue quien llegó a su habitación.

Con la mirada fija en Juliana, sus ojos bajaron hasta las manos, notando los largos y delicados dedos, un detalle que siempre la llevaba a cruzar las piernas por la excitación que le provocaba.

Mientras ella la observaba, Juliana se sintió inexplicablemente desnuda bajo su escrutinio. Pero le gustaba, le gustaba que ella no pudiera dejar de mirarla.

-¿Por qué no estás con Renata? -preguntó Valentina , tratando de mantener un tono despreocupado, aunque por dentro los celos amenazaban con salir a la superficie.

Intentó esbozar una sonrisa, pero la mueca que se formó en el rostro de Juliana la hizo sentir expuesta, como si ella pudiera leer sus pensamientos más íntimos con solo mirarla.