"Ya no tienes que cuidarme porque yo
Siempre he sabido que tus besos matan
Que tus promesas riman con dolor
Que eres experta en robarle latidos a mi corazón"POV JULIANA
El móvil empezó a sonar de repente, rompiendo el silencio de la habitación de hotel y haciéndome saltar en la cama. Parpadeando rápido, alcancé mi móvil en la mesita de noche, con la mente aún medio dormida. La pantalla brillante mostraba el nombre de Athenea.
Con un suspiro, contesté, aún peleando contra el sueño que me envolvía.
-¿Qué pasa? -dije con voz adormilada.
-¿Estás despierta? -preguntó ella al otro lado de la línea, su voz sonaba urgente.
-¿Qué hora es? -pregunté, mientras luchaba por enfocar mi atención en la pantalla del móvil.
-¡Una y media! -exclamó, Con su tono lleno de incredulidad-el entreno empieza en media hora ¿Dónde estás?
Mi corazón dio un vuelco al escuchar la hora. Me levanté de un salto de la cama, solo para darme cuenta de que no estaba en mi habitación. La confusión se apoderó de mí por un momento antes de que los recuerdos de la noche anterior empezaran a inundar mi mente.
Valentina.
Miré hacia la cama y me di cuenta de que ya no estaba allí, pero una nota doblada y dejada en la mesilla de noche captó mi atención. La tomé dándome cuenta de que la hoja tenia un dibujo de una flor y leí las palabras escritas a mano del otro lado.
" Me tuve que ir, nos vemos por ahí ;) "
Una sonrisa melancólica se curvó en mis labios mientras admiraba la nota. Pero enseguida, la cruda realidad me golpeó con fuerza. Tenía que darme prisa si quería llegar al entrenamiento a tiempo.
-Me retrasé, pero ya voy en camino -le solté antes de colgar.
Con un suspiro resignado, me lancé a prepararme a toda velocidad. No había tiempo para lamentos. Tras una ducha rápida para espabilarme del todo, pedí un taxi a toda prisa para llegar a Valdebebas lo antes posible.
Al llegar, corrí por los pasillos hasta alcanzar el vestuario, donde todas ya estaban listas y vestidas para el entreno. Saludé de pasada mientras me dirigía a mi taquilla. La ropa de entrenamiento estaba ahí, doblada y esperándome.
Mientras me apresuraba a vestirme, Athenea se acercó, levantando una ceja en señal de pregunta.
-¿Por qué llegaste tarde? -quiso saber, curiosa
La ignoré mientras me ponía el pantalón corto, pero Linda se sumó a la conversación, lanzando su propia pullita.
-¿Te sorprende? Siempre llega tarde a todo -se mofó con una sonrisa burlona-. Pero esta vez parece que te has superado.
-Es cierto, nunca te habíamos visto llegar tan tarde antes -asintió Athenea.
Iba a defenderme, pero antes de que pudiera decir nada,Olga cortó.
-Alberto nos espera en el campo. Vamos, chicas.
Asentí, dejándoles claro que pronto estaría con ellas. Las dos chicas asintieron, pero no sin antes insinuar que la charla no había terminado. Una vez que se marcharon, rodé los ojos y me quité la sudadera.
Mientras agarraba la camiseta de entrenamiento, una voz conocida interrumpió mis pensamientos. Misa se acercó con una sonrisa traviesa en el rostro.
-Menuda noche, ¿eh? -comentó, con tono juguetón.
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CUANDO NADIE VE
Fiksi Penggemar"Soñé un verano que se hiciera eterno, desde el momento que vi tu mirada, me derretiste con esa mirada"- Juliana Valdes "Si me preguntan por ti, diré que es mentira que toda la vida he soñado contigo"- Valentina Carvajal Dos mundos distintos, miles...