CUANDO NADIE VE

16.TENTACIONES

"A veces somos, a veces no
Un día es odio, otro es amor
Una parte de mí no te quiere soltar
Pero la otra no está convencida
Porque contigo yo me encuentro justo en la mitad
Entre un verano y toda una vida"

Con un leve clic, acomodé mi móvil en el trípode encima de mi tocador de maquillaje, asegurándome de que el ángulo fuera perfecto para pillar todos los detalles de mi "disfraz" de "Barbie vaquera". Con una falda de polipiel negra lisa que enseñaba mis piernas, un top estilo vest del mismo tono, botas camperas negras y un sombrero rosa con escarcha.

Una vez contenta con la posición del móvil, lancé una sonrisa deslumbrante a la cámara y empecé a grabar mi mini clip que terminó con un beso al aire antes de que me volteara hacia mi tocador, buscando mi gloss favorito de Dior.

Pero mi emoción se vio momentáneamente empañada cuando abrí el cajón donde solía guardar mi maquillaje. Fruncí el ceño al darme cuenta de que estaba más vacío de lo normal. La inquietud me invadia mientras empezaba a revisar los otros cajones, solo para darme cuenta de que faltaban algunas de mis cosas preferidas.

Con un suspiro de frustración, decidí llamar a Andrea, que, en segundos, entró en la habitación, ajustándose la camisa negra con gesto despreocupado.

-¿Qué pasa, cariño? -preguntó, notando mi expresión preocupada.

-¿Has cogido algo de mis cajones? -le pregunté directamente.

Arqueó una ceja, desconcertada.

-¿Por qué diantres cogería tu maquillaje? , sabes que no utilizo y que la que me maquilla eres tú.Seguro que te olvidaste de que estuviste regalando las cosas que te han dado las marcas, tienes montones de eso -respondió con tono incrédulo.

Fruncí los labios, molesta por la respuesta.

-No suelo regalar las cosas de mis cajones, son los productos que uso siempre.

Se encogió de hombros, tratando de calmarme.

-Bueno, no te preocupes. Después te compras más. No es gran cosa -dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Dejé escapar un suspiro mientras hacía una mueca con los labios, echando un vistazo a los cajones de mi tocador. Aunque no era la más maniática del orden, tenía bien controlado qué maquillaje tenía y dónde lo guardaba. La falta de varios productos específicos me desconcertaba.

Sentí los brazos de Andrea rodear mi cintura, forzándome a voltearme para encararla. Nuestros ojos se encontraron al instante, y pude percibir la auténtica preocupación en su mirada.

-Valen, es solo maquillaje. Seguro que simplemente los sacaste y no recuerdas dónde los dejaste. No te rayes, te compraré todo lo que quieras.

Una sonrisa de alivio se dibujó en mis labios ante su respuesta. Aproveché el momento para ajustar el pañuelo rosa que llevaba alrededor del cuello como parte del disfraz.

-Al menos logramos coordinar nuestra ropa con el negro -observó Andrea con una sonrisa.

Solté una risilla y negué con la cabeza.

-La fiesta es temática de Barbie, así que aún te falta ponerte el sombrero rosa -le recordé.

Hizo una mueca con los labios , pero luego se dejó llevar por la risa. Se inclinó para aceptar el besito que le ofrecía.

-¿Lista ya? -preguntó con una sonrisa mientras se apartaba un poco para mirarme. -Que el carro llega en 5.

-Pide un deseo, porque estoy más lista.