Je t'aime | Lando Norris.

15 - Lando's pov (pt. 2)

Usualmente la celebración de algún triunfo (ya sea un podio, una pole, etc.) era con mi compañero de equipo, mis padres o tal vez mi ingeniero, pero nunca pensé que sería con una chica. No soy mucho de tener relaciones largas, tal vez una cosa de una noche, tal vez solo una cita, pero nunca un noviazgo.

Tampoco imaginé que mi primer acercamiento a un noviazgo después de mi primera decepción amorosa, fuera gracias a una relación falsa y con la hermana de mi mejor amigo. Con George siempre me lleve bien, también con Adrianna, aunque con ella nunca fuimos los mejores amigos, pero de vez en cuando, cuando éramos más jovenes yo iba a la casa de George y terminábamos hablando los tres.

Luego anduve con esa chica y creo que allí comenzó el disgusto de Adri hacia mi. Michelle era la mujer de mi vida, no había momento del día que no estuviéramos juntos, solo exceptuando cuando tenía carrera o que entrenar en el simulador. Nunca me di cuenta lo harto que me tenía estar con ella, poco a poco me hartaba más de ella pero no lo noté hasta que en una pelea, donde me estaba celando de mi mejor amigo, Alex Albon, y le grite que no soportaba más estar con ella.

Y la relación terminó, me sumí en mi propia tristeza, por perderla y por sentirme culpable de lastimarla sentimentalmente. Entonces deje de convivir tanto con George, ya no hablábamos casi, mucho menos con Adrianna, pero un día nos encontramos en el paddock, en 2019. Ese día, Adri trató de hablarme, diciéndome que había pasado mucho desde que no hablábamos, con una alegría que yo no compartía, por eso pasé de ella, ignorándola. No tenía nada en contra suya, pero no tenía ganas de hablar tan animadamente.

Y nunca se lo aclare, tampoco me sentía con la obligación de hacerlo. Ella dejó de siquiera mirarme, solo pasaba de mí, en parte no la culpo, yo había hecho lo mismo, y creo que desde ese momento ambos mantuvimos nuestro rencor, hasta ese día, este año, cuando nos emparejaron. Pero en el fondo de mi, sabía que ella me gustaba desde chicos. Por eso aunque trataba de mostrar molestia hacia su presencia, no podía, con solo mirarla me iba enamorando de más de ella.

Hoy conseguí el segundo lugar en la qualy, solo detrás de Lewis Hamilton, lo que era una buena posición, teniendo en cuenta que en las anteriores clasificaciones me había ido bastante mal, igual que en las carreras. Y lo primero que quise hacer al bajar del monoplaza, es correr a abrazarla. Adrianna me recibió con los brazos abiertos, la felicidad no cabía en ambos. Ella era consciente de la terrible temporada que estaba teniendo.

—¡Lo lograste! —me dijo, con una enorme sonrisa. No quería dejar de abrazarla, me sentía tan bien.

—Esperare mi recompensa. —susurre en su oído, logre quedar enfrente de Max, así que esperaba la recompensa que me había prometido.

"Si clasificas delante de Max, cuando volvamos te recompensaré esas veces que tuviste que hacerlo solo." Me había dicho esta mañana.

—Tranquilo, la tendras. —me susurro de regreso. Y nos separamos del abrazo. Oscar estaba esperando para felicitarme.

—Bien hecho. —dijo y chocamos las manos, ambos sonriendo, él había clasificado 3ro, delante de Max.

Lamentablemente no podría irme de aquí inmediatamente después de la qualy, tenía que quedarme con mi ingeniero a checar cosas del monoplaza, pero eso no suele durar más de dos horas.

—Bonita, —la llame y volteo, dejando de hablar con Amelie, para acercarse a mí—, Tengo que quedarme unas dos horas a checar cosa del monoplaza y esas cosas, ¿Nos vemos en el hotel más al rato?

—Si, está bien. —contestó, derritiéndome con su dulce sonrisa—. Voy a invitar a Kika y Flavy a ir a comer. Nos vemos cuando te desocupes.

Me dio un pequeño beso, tierno y afectuoso antes de irse, hacia los boxes de Alpine. Me quedé unos segundos viéndola irse, se veía tan linda.

—Eso no se vio como si ella estuviera obligada. —dijo alguien detrás de mí. Carlos, era demasiado fácil reconocer su voz y su acento.

—Creo que algo cambio algo entre nosotros. —le dije, volteando a verlo. Me miró con una ceja levantada, como si no creyera lo que le estaba diciendo.

—Amigo, eso es algo que se nota, esta loca por ti. —expresó, relajando su expresión facial.

Le voltee los ojos y él siguió su camino y yo el mio, para ir a donde estaba mi ingeniero.

El tiempo se me hizo largo mientras revisábamos los datos del monoplaza y discutíamos las posibles estrategias para la carrera del día siguiente. Cada vez que mi mente divagaba, volvía a la sonrisa de Adrianna y cada una de las curvas de su cuerpo.

—Lando, necesitamos ajustar la configuración del alerón delantero, —dijo mi ingeniero, sacándome de mis pensamientos—. Esto debería ayudarnos a mejorar el agarre en las curvas rápidas.

Asentí y me concentré en los detalles técnicos, sabiendo que cada ajuste podía marcar la diferencia en la carrera.