La Sumisión de Amber

Capítulo 6: Cadenas de Deseo

Manuel y Amber llegaron al edificio de lujo donde él vivía. Las puertas del ascensor se cerraron tras ellos, y mientras ascendían al último piso, la tensión entre ambos crecía con cada segundo que pasaba. Ambos podían sentir la expectación en el aire, el silencio solo interrumpido por el suave zumbido del ascensor que los llevaba hasta el último piso.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, revelaron un pasillo alfombrado que conducía a una única puerta al final. Manuel, con su típica confianza, tomó suavemente la mano de Amber y la guió hasta su apartamento. Al abrir la puerta, Amber quedó impresionada por el ambiente elegante y refinado del lugar. El espacio era amplio y moderno, con una decoración minimalista pero cálida, iluminado por las luces tenues que creaban un ambiente íntimo.

Manuel, con una sonrisa satisfecha al ver la reacción de Amber, la invitó a recorrer el lugar con un gesto de la mano. Ella caminó lentamente por la sala de estar, admirando el diseño y el lujo discreto que lo caracterizaba. Las ventanas del piso al techo ofrecían una vista impresionante de la ciudad iluminada, y el mobiliario cuidadosamente seleccionado reflejaba el gusto sofisticado de Manuel.

Finalmente, Amber se detuvo en la barra de la cocina, un espacio elegante de mármol pulido. Desde allí, observó a Manuel que, sin prisa, abrió una botella de vino tinto. El sonido del corcho al salir de la botella resonó en el ambiente, añadiendo un toque de anticipación al momento. Mientras vertía el vino en dos copas, Manuel levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Amber. No era necesario decir nada; el deseo y la promesa de lo que estaba por venir estaban implícitos en ese cruce de miradas.

Manuel se acercó a Amber con las copas en la mano, entregándole una mientras sus dedos rozaban los de ella. 

—Por esta noche, Amber —dijo, su voz suave pero cargada de intención.

Amber sintió cómo el ambiente en la habitación cambiaba. Manuel, con una seriedad que no había mostrado hasta ese momento, se apartó ligeramente, dejando un espacio entre ellos que parecía tan tenso como el aire que los rodeaba. Se dirigió hacia una mesa en la esquina de la sala, donde sacó un sobre de cuero negro que había dejado allí antes de que llegaran. Amber observó con curiosidad creciente, notando la forma en que Manuel manejaba el sobre con una precisión casi ritual.

Cuando regresó junto a ella, su mirada intensa se clavó en la de Amber, haciendo que su corazón latiera aún más rápido. Manuel extendió el sobre hacia ella, sus dedos rozando suavemente los de Amber mientras lo hacía. Ella lo tomó con cuidado, sin apartar los ojos de los suyos, sintiendo el peso simbólico de lo que sostenía en sus manos.

—Amber, antes de que esta noche avance, hay algo que necesitas ver y considerar —dijo Manuel, su voz baja pero firme. Había un matiz de autoridad en su tono, uno que no admitía duda o vacilación.

Amber, con el pulso acelerado, abrió el sobre y sacó un conjunto de documentos. Manuel la observaba atentamente, como si evaluara cada reacción en su rostro mientras pasaba las páginas. En la primera página, destacaba en letras grandes el título: "Contrato de Confidencialidad y Entrega".

Manuel comenzó a hablar mientras Amber leía el documento, su voz suave pero penetrante, resonando en la silenciosa habitación.

—Este contrato es una extensión de lo que hemos estado construyendo entre nosotros. Es una declaración de confianza mutua y de los límites de nuestra relación. Incluye una cláusula de confidencialidad, lo cual significa que todo lo que suceda entre nosotros quedará entre estas paredes. Pero más importante, Amber, este contrato también detalla tu entrega completa a mí, en todos los aspectos que discutiremos. No hay espacio para el azar o la improvisación en esto. Necesito saber que entiendes y aceptas cada palabra de lo que está escrito aquí.