Cuando la madre de Olivia enferma y su situación económica se encuentra demasiado inestable no tendrá más opción que aceptar la propuesta de una persona de su pasado, aunque le hicieron mucho daño, Olivia deberá velar por el bienestar de su familia...
Me encontraba sentada en el balcón de la casa que habíamos alquilado entre todos para pasar la navidad aquí, tenía una pequeña plata privada por lo que Camila, Endrick y los padres junto con los hermanos de Richard estaban jugando en el mar con un balón.
—Se siente bastante bien estar aquí con todos ustedes.—Hablo Estefanía mientras tomaba asiento a mi lado, su pequeña pancita sobresalía con el bikini que llevaba puesto, causándome ternura.
—Ya lo sé, parece irreal que todos podamos compartir así, me siento muy feliz de tenerlos a ustedes y a ellos en mi vida.— Ella me dedico una sonrisa. — Sabes, he hablado con Santi y creemos que tú podrías conseguir algún trabajo en Estados Unidos y vivir en el mismo edificio que nosotros, así estaríamos más cerca.
Me tomo por sorpresa aquella propuesta que me hacía, jamás pensé en vivir o trabajar fuera de Colombia, sabía inglés pero no era muy fan de estar en otro país, por mi reacción supe que Estefanía se sintió un poco incomoda por lo que intento arreglar lo que habia dicho.
—Claro que todo como tú lo quieras hacer y como te sientas cómoda.
—No te preocupes, podríamos mirar algunas opciones cuando volvamos a Medellín y lo podamos hablar con más calma y tiempo.
Ella asintió feliz mientras tomaba su teléfono para sacar algunas fotografías de la vista, acción que imite.
—Realmente ahora que viene mi sobrino si me gustaría estar más cerca de ustedes.—Confese.
—Y a nosotros nos encantaría tenerte cerca, además, necesitamos a alguien que nos ayude a cambiar pañales.
Ambas reímos y seguimos conversando acerca del bebé y el futuro cuando por fin pudiéramos conocerlo y darle la bienvenida al mundo, estuvimos así alrededor de una hora hasta que Richard llegó a mi lado dejando un suave beso en mi mejilla.
—¿Usted porque se me esconde?— Yo solo me límite a reír mientras me levantaba de la silla.
—¿Nos metemos al mar?—Le pregunté a lo que el asintió y despidiéndonos de mi cuñada nos unimos a los demás en su juego.
Estuvimos casi dos horas jugando voleibol, no dejar caer la pelota y a quitarnosla entre nosotros mismos, realmente el tiempo se nos pasó muy rápido y todos la estábamos pasando bien, decidimos salirnos casi a las tres de la tarde para poder hacer un asado y después ir a caminar en el centro de la ciudad.
El almuerzo transcurrió entre risas, chistes, juegos y demás, la familia de Richard era muy amigable y siempre se parchaban en cualquier lugar lo que hacía que cualquier salida fuera unica.
Las habitaciones de la casa estaban divididas por familias y parejas, estaba la habitación de los padres de Richard, la de mi hermano y mi cuñada y la de Richard y yo, el resto se habían acomodado en habitaciones individuales.
—¿Y esa princesita?— Pregunto Richard al verme con el vestido que me había puesto para salir a caminar por lo que me límite a sonreír sonrojada.—Te ves preciosa mi reina.
—Tu también te ves muy guapo.— Le respondí mientras abrazaba su cuello y dejaba un pequeño beso en sus labios.
—Le prometo que está va a ser una noche hermosa y que marca nuestra historia para siempre.
—¿Ah sí? ¿Y eso porque?
—Dejese sorprender.
11 de Diciembre del 2022, 8:00pm
Caminábamos todos en grupo por el centro de la ciudad, nos tomábamos fotos y veíamos algunas artesanías que estaban por la calle, el clima era fresco y había música proveniente de diferentes locales, todos estábamos felices y se notaba ya que íbamos riendo y hablando de cualquier cosa, probablemente siendo el grupo más ruidoso de la gente que estaba paseando por ahí.
Richard nos indicó que debíamos ir a un restaurante en la cima del castillo de San Felipe ya que ahí nos tenía una sorpresa, por lo que todos nos encaminamos a subir y seguir disfrutando de la vista y el ambiente; Al llegar al restaurante habían bastantes personas pero la vista era simplemente espectacular, tome algunas fotos y nos dirigimos hacia una mesa reservada en donde se podía observar aún mejor toda la ciudad.
Todos comíamos algunas entradas y cócteles que pedimos y reíamos mientras hablábamos de como la habíamos pasado en la playa.
—Ole y esa Olivia, quema hasta el agua marica, ese pedazo de carne que aso no se lo comía nadie, eso era una piedra.— Comento uno de los hermanos de Richard y mientras todos reian yo solo pude mirarlo con indignación.
—En mi defensa, la carne no estaba buena.
—Solo el pedazo que te toco asar supongo porque el de los demás estaba perfecto.
Todos se rieron incluyendome, la verdad nunca había asado carne y se notó más de lo que yo pensé que se podría notar.
De la nada ví como se acercaba un grupo de mariachis con un ramo de todas enorme y comenzaba a sonar "Sabes una cosa" de Luis Miguel, no entendia nada la verdad pero parecía que a mí alrededor todos los demas si lo entendian pues comenzaron a grabar, gritar y aplaudir, cuando los mariachis llegaron frente a mi, rápidamente me puse de pie y vi como le entregaban el ramo a Richard junto con una pequeña caja.
Lo miraba confundida y el simplemente me sonreía, me entrego el ramo a mitad de la canción dejando un beso en mi frente y abriendo la cajita al finalizar la canción, vi que era un anillo hermoso con un diamante en forma de corazón.
—Se que te he fallado muchas veces en el pasado y ahora, pero ahora más que nunca estoy seguro de que eres la mujer de mi vida y que quiero que todo funcione contigo, que vivamos juntos, en las buenas y en las malas siempre y demostrarte lo mucho te amo mi Oli, por eso te entrego este anillo como promesa de que algún día lo cambiaré por uno de compromiso y luego lo sellaremos ante Dios con uno de matrimonio, si tú me lo permites. ¿Me darías el privilegio de ser tu novio, tu prometido y futuro esposo para toda la vida?
Les juro que mi llanto no me dejaba gritar el si que tanto quería y me había imaginado por toda mi vida, asentí entre sollozos y me lance a abrazarlo.
—No sabes lo mucho que te amo.—Dije entre sollozos mientras todos aplaudían y seguían gritando.
Coloque el anillo en mi dedo anular y seguimos disfrutando de las canciones que tocaban los mariachis mientras que esperábamos los platos fuertes; Fue una noche realmente especial, me sentia en un sueño y el amor que tenía en mi corazón era indescriptible, solamente podía imaginar si asi se esforzó para demostrarme que quería ser mi novio e intentarlo conmigo no me imagino si llega algún día a pedirme matrimonio.
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Oliviamoreno.g yes and always yes🫀.
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