Parte 1

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Era un día frío, de esos donde no importa cuanto brille el sol el viento arrasa con todo el calor, se cala en tus huesos, en tus pensamientos, en tu corazón y en tu alma, no dejas de tener frío, por más que los cálidos brazos de tu madre te envuelvan con dureza, al menos así se sentía la pequeña Dennys Artemix de tan solo cinco años, las lágrimas de su madre caían sobre ella y solo le hacían sentir más frío, veía a su padre alejarse, maleta en mano, acompañado de dos guardias (desde aquel día odia a todos los uniformados), dejando atrás a su madre con tres meses de embarazo y sobre todo a ella, amaba a su padre con todo el corazón, nunca en su vida volvió a sentir tanto frío, sabía que una parte de su corazón se congeló tanto que se hizo pedazos. Miró a su izquierda, su amiga Alena, tomaba su mano y la apretaba tan fuerte que ya no la sentía, ya no sentía nada.

                                                         ****

-¡Buenos días alumnos! -Gritó el entrenador.
-¡¡Buenos días!! -gritamos todos al unísono.
-Busquen parejas y comienzan a calentar.
Miré directamente a Alena quien me devolvió la mirada con una sonrisa de complicidad en su rostro, rompimos filas y como el entrenador dijo todos hicieron parejas, me dirigí a ella con determinación, ambas nos sentamos en el suelo sin decir palabra alguna, juntamos nuestros pies y tomamos nuestras manos para comenzar a estirarnos.
-¿Supiste lo de anoche? -Preguntó Alena mientras me jalaba hacia ella.
-No... ¿Qué pasó?
-Dicen que Anthony le ganó a Lobos.
-¿A Lobos? -pregunté con incredulidad- ¿En el duelo de anoche? ¡Mierda! ¡Me lo perdí! -Debimos haber venido... -Dijo Alena mordiendo su labio.
-Solo teníamos la hora de anoche para estudiar con Saint Paul, sabes que es un chico ocupado.
-Lo sé, bueno, de todas maneras no lo lamento Saint es el chico más brillante de nuestro salón, agradezco de manera el que haya accedido ¿Cómo lo hiciste?

-No sé, le rogué todo un semestre... Supongo que eso me ayudó -Dije encogiendome de hombros mientras la jalaba a ella hacia a mi.
-¿No será por eso que te hiciste amiga de su hermana? -Alena me miró desde el suelo sonriendo y yo infle las mejillas mirando a otro lado.
-Ups... Descubierta… Amelí accedió a pedirle a Saint que nos ayude y tú sabes cómo él adora a su hermanita, no le pudo decir que no... En fin, Amelí es una gran chica, me agrada mucho y Saint nos ayudó... ¿Qué más podemos pedir?
-Bueno, bueno tienes razón... Estiremos de pie -Asentí y ambas nos levantamos pusimos una mano en el hombro de la otra para buscar equilibrio y llevamos nuestras piernas hacia nuestros costados.

Levanté la vista y mi mirada se encontró con la de Eliot Lobos uno de los mejores en las artes marciales, en eso recordé el tema y volví la vista a Alena.
-¿Qué pasó anoche? ¿Qué has escuchado?
-Anoche -Comenzó a decir mientras cambiábamos de pierna- Ellos se enfrentaron, bueno, tu ya lo sabes, una vez en el círculo, se rumorea que Anthony, luego de un golpe rápido hacia el oído, le dio otro con la rodilla en la barbilla, luego uno en el estómago y logró hacer que Lobos cayera...-Volví a cruzar mi mirada con la de Lobos... No sé por qué siempre me resultó un poco intimidante y acogedora... Era extraño.- No sé por qué Lobos no reaccionó, aunque antes de eso dicen que le dió sus buenos topetazos... En fin, aún no estoy cien por ciento segura pero, Anthony lo venció.  -Mordí mi labio ante la idea, por fin pude ver al maldito de Anthony dentro de la sala, estaba estirando con Marcus, uno de sus amigos.

Anthony es el presidente del consejo de alumnos, mano derecha del director del liceo y uno de los idiotas que hablan mal de los del tercer piso, en el cual estábamos Alena, Lobos y yo.
-Bien muchachos -La sonora voz del entrenador me llevó fuera de mis pensamientos- Ahora, comienzan a entrenar, hoy habrá círculo. Tienen que dar 25 vueltas al gimnasio y en 20 minutos al círculo. Corrimos las diez vueltas al círculo por separado, cada uno iba como podía, termine rápidamente de correr, ya que era algo que se me daba fácil. Me senté en una de las colchonetas mientras acomodaba los cordones de mis zapatos. En eso Eliot Lobos llegó a mi lado tomando de su botella de agua.
-Hola. -Dijo sonriendo.
-Hola -Me senté un poco más derecha.
-¿Cómo va todo? -Sus ojos café miraban directamente a los míos, desvié la vista hacia Alena quien seguía corriendo y la comencé a seguir con la mirada.
-Todo bien ¿Y tú? Ayer tuviste pelea con Anthony ¿No?
-Sí y tú no viniste. Me siento decepcionado -Dijo poniendo su mano dramáticamente sobre su pecho.
-Tuve que estudiar -Dije sonriendo y volviendo mi vista a él.
-Con Saint Paul ¿No? -Asentí con la cabeza- Es un chico inteligente. -Dijo mientras acomodaba el cintillo que debía usar debido a que su cabello era un poco más largo de lo normal.
-Bastante inteligente, logró enseñarnos a mi y a Alena... -En eso Alena llegó a mi lado y se desplomó en la colchoneta.
-Hola -Sonrió Alena a Lobos.
-Hola -Dijo este haciendo un gesto con la mano en la que llevaba su botella.
-¡Lobos! -oí gritar a alguien todos dimos vuelta la cabeza.
-Bueno chicas -Se levantó- Nos vemos...
-¡Espera! -Exclamé y tomé su brazo- ¿Qué pasó ayer entre tú y Anthony?

Distopic Antaum.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora