XX

124 12 0
                                    

Abre sus ojos y lo primero que ve es a Craig dormido con Matteo en el pecho, también dormido. Acaricia el cabello de su bebé antes de ponerse de pie para preparar el desayuno. El reloj dice 10 AM y agradece que el pelinegro se hubiese despertado la última vez que el pequeño Matteo lloró.

Hace huevo con jamón porque la verdad, le da flojera hacer otra cosa. Se sirve un poco, para comer antes de vestirse. Hoy iban por los resultados de paternidad y dejarían a Matteo un rato con sus padres.

-Entonces tu papá dijo, "Oh Craig, eres el hombre más guapo del mundo, tengamos a Matteo juntos". Y no me quedó más que aceptar-la voz de Craig resuena, divertida. Entra a la cocina, con Matteo en sus brazos, tomando su biberón de leche y con sus ojitos muy abiertos, atento a su padre.

-¿Qué mierdas dices? -Ríe, dando un bocado a su comida.

-Le cuento a nuestro hijo como surgió su creación.

-No seas idiota, craig. Tiene dos meses.

-Mejor temprano que nunca.

Tweek rueda los ojos, parándose para servirle el desayuno a Craig.

-Vamos, bebé-toma a Matteo de los brazos del pelinegro-, dejemos a tu padre embutirse como el cerdo que es.

-¿Después puedo embutirte?

Tweek se sonroja, tapando los oídos de su hijo.

-¡Craig! -Le reprende.- No con Matteo aquí.

Oye al pelinegro reír y él se va a arreglarse y alistar las cosas de Matteo. Cambia el pañal de su bebé por uno seco y limpio. Lo viste con un onesie que le cubre hasta los pies y es de manga larga, sobre su cabeza va un gorrito azul con estrellitas blancas.

-Uy, eres el bebé más bello, mi cielo -besa sus rosadas mejillas, haciendo que el bebé soltara unas tiernas risitas, poniéndolo en la cuna para que ahora él pueda vestirse.

Primero lava sus dientes y se toma una ducha, luego elige su ropa. Una camiseta blanca, totalmente lisa y sus jeans rasgados en las rodillas, junto con sus vans negras de siempre. Craig entra a la habitación, abrazándolo por detrás y hundiendo su nariz en la marca aún sin cicatrizar por completo.

-Craig -Jadea, sintiendo la lengua del Alfa pasar por la mordida.

-¿Aún duele?

Tweek niega, asegurando que estaba bien.

-Vístete rápido, Craig. Antes tenemos que dejar a Matteo con mis padres.

-No quiero dejarlo.

-Yo tampoco-mete ropa limpia y pañales a la mochila del bebé. -Pero no lo podemos llevar al hospital.

Craig no contesta, sólo se viste.

-¿Has visto alguna vez a un bebé más guapo? -Tweek abraza a Matteo y después se lo pasa a Craig. El bebé comienza a sollozar bajito cuando deja de sentir al Omega-. Oh, tranquilo, bebé-besa su cabecita y cierra la puerta.

Como los padres de Craig estaban de viaje, les habían dejado el auto para que lo "cuidaran". Thomas estuvo muy emocionado con eso de la llegada de Matteo, tanto que él mismo había comprado y puesto un asiento especial para el bebé. Así que Craig lo pone ahí, abrochándolo con seguridad.

-Primero a casa de tus padres, ¿no?

-Sí y apúrate que ya es tarde.

Craig maneja hasta ahí, como siempre Tweek cantando todas las canciones que reconocía en la radio y quejándose de la gente que no sabía manejar.

Se saludan y despiden rápido de los padres de Tweek para llegar a tiempo. El Alfa entra solo al consultorio seguido de la agente Wendy, quien saluda a ambos amablemente. Tweek se queda afuera, esperando por el pelinegro. No sabe la razón por la que tarda tanto, tuvo tiempo hasta de leer casi todos los carteles informativos que había en el lugar.

El pelinegro sale con la nariz roja y secando sus mejillas, buscando al más bajo con la mirada.

-Craig -susurra, con el ceño fruncido,- ¿estás bien?

Asiente, abrazándolo rápidamente y colocando su rostro en el cuello del castaño, buscando calmarse

-¿Qué pasó?, ¿qué te dijeron?

-Creo que... creo que tendremos que conseguir una casa más grande y una cama infantil-dice, aspirando fuerte el olor del Omega.

Tweek sonríe, abrazando al Alfa.

★★★★★★

Pasaron por varias semanas para que Lía pudiera ir a casa con ellos. Tweek quedó enamorado de ella apenas la vio. Era una bebé muy bonita, llorando por protección. Entre las visitas al juez y con los licenciados, ella estuvo presente, fueron casi dos semanas donde la pequeña agarró "confianza" con ellos como para dejar que la cargasen sin llorar. Ahora están yendo a casa, con Matteo en su asiento especial, Craig al volante y Tweek de copiloto con la pelirroja entre sus brazos, durmiendo. Ambos detrás del cinturón de seguridad.

-¡Oh, mira! - Tweek mastica un chicle, leyendo la carpeta con los papeles de Lía-. Aquí dice que nació el 2 de febrero. Es como ¡Mi gemela!

Craig rueda los ojos.

-Podría ser como eso de juego de gemelas. -abre su boca. ¡Ella podría ser mi Hally!

Craig suspira, tocando sus sienes. Tweek era un puto niño.

-¿Ya te he dicho que eres ridículo?

Tweek ríe, asintiendo y haciendo una bomba de chicle.

-Cada día.

-Pues, de nada.

-Aun así me amas-canturrea.

-Sí, lo hago-y aprovecha la luz roja del semáforo, para besar los bonitos labios de su Omega.

FIN

★★★★★★★★★
Créditos a @Louiskt

Autor/a original de la historia

★ Ven aquí y ámame ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora