Sukha||Taegi.

29

Las dos nuevas concubinas que se encontraban bajo la protección de Min Yoongi, conversaban entre ellas mientras caminaban en el jardín, la nieve había empezado a caer, por lo tanto, iban bien abrigadas para cuidar de su salud, manteniendo una bufanda de piel de oso negro y unos guantes de pelo de animal que cubrían sus manos. Ambas reían divertidas sobre una conversación.

—¿Iremos a visitar al Consorte Noble? ha pasado dos meses desde que el General partió, estos días de invierno, dicen que son los más fríos. Me da mucho pesar nuestro señor,no ha estado muy bien, debido a que es omega, pasa un momento de tristeza por la ausencia del alfa.

—Ha sido complicado estos días, apenas ha salido del palacio,ha perdido a sus dos mejores amigas, las antiguas consortes de su Alteza, el General Kim, fueron muy unidos, entiendo que no desee salir y no confíe en nosotras.

—¿Pero no está la señorita Lee Ji Eun? es una de las concubinas favoritas de su Alteza, además, la segunda favorita después del Consorte Noble, ascendió rápido después de la muerte de las dos antiguas concubinas...¿No le parece raro?

—Muerde tu lengua—le regañó su mayor al escuchar aquellas palabras—. La concubina Lee, es cercana al Consorte Noble y amado por su Alteza, incluso fue favorecida antes de unirse al concubinato—IM Yoona suspiró juntando sus manos y miró a su alrededor, a lo lejos pudo visualizar a las cuatro concubinas que se encontraban bajo la protección de la Primera Señora, de la madre del General—, miralas, tan campantes. Ni siquiera muestran respeto por el Consorte Noble, no son jóvenes de buena etiqueta y educación.

Ambas hicieron una mueca empezando a caminar para ignorar al cuarteto de mujeres, quienes parecían ir acercándose a la dirección suyas.

—¡Oh!—exclamó Seo Yeji que sonrió un poco ladina, dejando ver un vientre grande—¿Por qué pasan de largo y no saludan como es debido? son concubinas de rango inferior—afirmó la ahora concubina de segundo rango, pasó su mano por su vientre, para dar un poco de celos.

—Le saludamos con respeto y deseamos prosperidad en su futuro, Concubina Seo—saludaron ambas en unísono.

Las otras tres se quedaron atrás de Seo Yeji, contemplando a las ajenas.

—Ese saludo no es suficiente, en el futuro no seré ya una concubina, me convertiré en una consorte, ya que le daré un príncipe a su Alteza. Hincate—ordenó con su mano y señalando en dirección del suelo.

—Concubina Seo, al único al que debemos hincarnos es al Consorte Noble si queremos su perdón—le recordó Im Yoona hablando con voz calmada para no agravar la situación.

—¿Cómo te atreves a ir en contra de mis palabras? di una orden, yo seré la futura consorte y me convertiré en la segunda favorita de su Alteza, llevo a su hijo, cuando tu le des un hijo, entonces hablarás y te pondrás a mi nivel, tal vez.

—Pero aún no lo eres—recalcó la concubina Jung Wheein.

—Irrespetuosa.

Seo Yeji alzó su mano y le dio una fuerte bofetada a la joven Wheein, la cual fue agarrada a tiempo por los brazos de su amiga.

—¡Concubina Seo! ¿Cómo puede actuar de esa forma?

—¿Se puede saber qué está sucediendo?—escucharon una fuerte voz a lo lejos.

Las seis mujeres escucharon unos pasos, se giraron a ver a la derecha, viendo a la nueva amante, la princesa Seol In Ah, quien caminaba elegante y con el rostro elevado,ella se detuvo y todas se hincaron en son de respeto ante su Alteza.

—Concubina Seol—saludaron todas en coro con respeto.

—No soy ninguna concubina, soy una princesa Consorte—recalcó y miró a las presentes con cierto desdén, sabía que ellas no estaban a su nivel, solo eran jóvenes provenientes de familia de ministros, parte de la nobleza o de poder; pero ella nació siendo parte de la corona, no tenía que hincarse frente a ninguna.