El Anestesista del Alma

Quinto capitulo La esperanza en tiempos difíciles

Después de estar pensando varias horas, finalmente logré hablar con un viejo conocido y la esperanza volvió a mi corazón. Pude comprar unos medicamentos para poner en mi consultorio y al fin logré abrirlo otra vez. Me sentí como si hubiera renacido, como si hubiera vuelto a la vida después de estar muerto durante tanto tiempo.

Pasaron 2 horas y entró una madre y su hija en mi consultorio. Ellas estuvieron sorprendidas de que yo hubiera vuelto a trabajar y me felicitaron. Me dijo que era agradable estar de vuelta y que se sentían felices de verme otra vez. Me sentí conmovido por sus palabras y me di cuenta de que había echado de menos mi trabajo y mi vida como médico.

Pasaron 2 semanas y todo estaba yendo a la perfección. Mi mentalidad había cambiado y me sentía más alegre y optimista. Me compré un nuevo teléfono y estaba empezando a reconstruir mi vida.

Pero entonces, recibí una llamada de esa mujer otra vez. La misma mujer que me había destrozado la vida, que me había hecho sufrir tanto. Me sentí molesto e irritado. ¿Cómo había conseguido mi nuevo número de teléfono? ¿Por qué no me dejaba en paz?

Me dijo que la habían metido en la cárcel, pero no me importó. Me dijo que había cambiado y que quería disculparse, pero no la creí. La conocía demasiado bien. Sabía que era una manipuladora y que solo quería utilizarme para sus propios fines.

Le dije que no quería saber nada de ella y le colgué la llamada. Pero entonces, empecé a recibir llamadas anónimas y mensajes de texto amenazantes. Me sentí acosado y me di cuenta de que esa mujer no me iba a dejar en paz.

¿Por qué no me dejaba en paz? ¿Qué quería de mí? Me sentí enfadado y frustrado. ¿Por qué no podía dejarme vivir mi vida en paz?

Y entonces, recibí un mensaje de texto que me heló la sangre. "Te voy a destruir, Doctor Sam.