¿Qué Hora es? ¡ES HORA DE JUGAR!
La noche era helada, con un viento feroz que sacudía las copas de los árboles, arrancando hojas con cada embate. Una rama cercana a la ventana de la casa golpeaba el vidrio empañado con insistencia, mientras los truenos comenzaban a retumbar sobre el bosque. Las sombras de las ramas, distorsionadas por los relámpagos, se proyectaban en la ventana, dibujando siluetas que parecían monstruos acechando desde la oscuridad.
¡T-Tranquilos, chicos! El viento y los truenos pasarán... — Dijo Dogday, acomodándose en el sofá. Su mirada se posaba en una ventana en el techo que daba al exterior. — Eso creo... — Dijo nerviosamente, era claro que ni él creía sus palabras. —
¿D-Dónde está Catnap? — Preguntó Bobby Bearhug con la voz temblorosa, mirando a sus compañeros, quienes negaron con la cabeza, asustados. —
R-Recuerden que está enfermo — Respondió Dogday, intentando mantener la calma, aunque sus palabras delataban su propio temor. —
El silencio cayó sobre ellos como un manto pesado. El crujido de la madera resonaba por toda la habitación, acompañando el silbido del viento que se filtraba por los pequeños huecos bajo la puerta. De repente, un trueno iluminó la sala y una sombra se deslizó por debajo de la puerta. Todos contuvieron la respiración. La perilla comenzó a girar lentamente, con un rechinar que parecía prolongarse eternamente. La puerta se abrió hacia adentro, revelando la silueta de un zorro. Sus ojos brillaban en la oscuridad, dos puntos blancos que perforaban la negrura.
Un relámpago iluminó brevemente la figura: un zorro de peluche con tonos marrones suaves, envuelto en un aura de misterio.
¡Vesper! — Gritaron todos a coro, levantándose del suelo. Sus ojos se iluminaron de alivio, pero sus enormes sonrisas, casi demasiado amplias, resultaban inquietantes ya que se quedaron algunos segundos mirando hacia el espectador, rompiendo la 4 pared. —
¡Por favor, ayúdanos a dormir, amigo! — Exclamó Kickin Chicken, con ojeras pronunciadas y agitando los puños en el aire con desesperación. —
¡Dormir! ¡Dormir! ¡Dormir! ¡Dormir! — Gritó Hoppy, jalándose las largas orejas en su angustia. —
Sin pronunciar palabra, Vesper comenzó a exhalar un humo suave, de color azul turquesa, que inundó rápidamente la habitación. El efecto fue inmediato: las expresiones tensas de los Smiling Critters se suavizaron. Sonrisas de pura relajación reemplazaron el miedo, mientras el humo calmante envolvía sus cuerpos, adormeciéndolos poco a poco. Uno a uno, fueron cayendo en un sueño profundo, acomodándose en sus lugares, envueltos en sus mantas y sonriendo plácidamente.
Vesper caminó en silencio hasta el sofá, donde se sentó junto al líder dormido del grupo. Sus ojos fijos en la cámara, mientras la escena se desvanecía en la oscuridad.
Todos conocemos a los Smiling Critters, la familia de juguetes más popular del momento, que recientemente ha estado envuelta en polémica gracias a uno de sus integrantes — Dijo el reportero con seriedad. A su lado, la cámara mostró en pantalla la línea completa de peluches de los Smiling Critters, cada uno con su peculiar sonrisa y encantadores detalles que los hacían irresistibles para los niños. —
ESTÁS LEYENDO
Aprendiendo a ser Papá
FanfictionT/n, un niño normal cuyos padres trabajaban en la famosa juguetería Playtime.co, creció en la ausencia de ellos mientras estos se dedicaban a la creación de juguetes para niños huérfanos. Su vida carecía de amor y familia. Pues sus padres estaban si...