Nudos

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Creo mucho en las palabras que me dicen, me duelen más si son de personas que amo. Primero me largo de la situación e ignoro todo, ya sabes, la fachada.

Luego me coloco en un lugar oscuro, donde lo único resaltante son mis lágrimas de plata y sal. Intento no hacer ruido, no quiero llamar la atención ni mucho menos recibir más flechas en el corazón.

Mi garganta se siente ajustada, quiero gritar y expulsar este sentimiento de pena, es como si los alambres perforaran mi piel, causando heridas.

No sé si debería seguir reprimiendo mi tristeza o tal vez debería dejar que los alambres me asfixien, corten y presionen hasta mi muerte.

Realmente odio esto, pero solo debo fingir, porque salí de su útero...

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