Hace como un mes tuve unas pesadillas seguidas durante 3 días.
El sueño se volvía raro; veía un conejo blanco, el cual era idéntico al de mi abuela; las pesadillas comenzaba en mi casa, caminaba en la oscuridad, ahí es donde lo pude ver. No parecía ser demoniaco. Tenía una apariencia normal.
Pero de la nada, la expresión de este conejo cambió; su cara se volvía casi humana; sus ojos tenían un contorno sin pelo y arrugado. Me comenzó a decir cosas raras en un idioma desconocido. Se reía sin parar. Mostrando sus dientes deformes y una risa macabra.
Me dio tanto miedo que temblé. Lo peor vino cuando su cuerpo comenzó a contorsionarse, sus huesos se rompían, oí cada crujido; era una escena desgarradora para mis ojos. Después de quebrarse, aumentó su altura y se veía humanoide.
Eso no era un conejo, era un demonio.
Ahí es donde me desperté; a la siguiente noche pasé lo mismo; me sentía realmente temeroso, ¿si esto era un presagio de lo que me sucedería?
A la tercera noche, las cosas cambiaron; pude tomar un poco de control. Él quebró sus huesos de nuevo, fruncí el ceño y me acerqué a él. Lo tomé del cuello y le quebré la cabeza; no solo esa parte del cuerpo, cada extremidad la quebré. Ahí es cuando desperté.
Creo que esa trilogía de pesadillas me enseñó a tomar el control cuando es necesario.
Aun no olvido la risa de ese conejo y el crujido de sus huesos rotos...
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Palabras
SpiritualEste libro fue hecho con el propósito de poder acumular sentimientos negativos y positivos en palabras. Algunas historias son reales, otras son ficticias pero tienen una parte de mi.