• Capitulo 1 | El acuerdo •

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Kim Seokjin nunca perdía el control. Era una de las primeras lecciones que había aprendido en su implacable ascenso al poder: el control era la clave de todo. El control sobre su empresa, sobre sus empleados, sobre sus emociones, y sobre su vida. Pero esa mañana, mientras miraba por la ventana de su oficina en el piso cincuenta de la Torre Kim, una sombra de incertidumbre se cernía sobre él.

El aire estaba cargado de tensión, una tensión que Seokjin intentaba ignorar mientras observaba la ciudad que se extendía debajo de él. Su imperio. Pero incluso en su refugio de acero y cristal, la presión de lo que estaba a punto de hacer se colaba por las grietas.

La puerta se abrió con un leve clic, y su asistente personal, Kim Dahyun, una mujer eficiente y discreta, entró con una carpeta en la mano. Su rostro era neutral, como siempre, pero Seokjin percibió una vacilación en su mirada antes de que ella le entregara el documento.

—Aquí están los términos finales del acuerdo, señor Kim —dijo Dahyun con voz firme, aunque algo en su tono revelaba que conocía la naturaleza de esos términos.

Seokjin tomó la carpeta sin un gesto de agradecimiento, y la abrió. Las páginas estaban llenas de cláusulas legales, términos financieros y, en la última hoja, dos líneas que le hicieron fruncir el ceño:

"El señor Kim Seokjin se compromete a contraer matrimonio con el joven Kim Taehyung  dentro de los próximos treinta días."

Sus ojos repasaron la frase una y otra vez, como si las palabras fueran a cambiar por el mero hecho de insistir. Sabía desde hacía semanas que esta era la condición final de la fusión. Un matrimonio que consolidaría dos imperios en uno solo, asegurando la lealtad y la cooperación a largo plazo. Era un movimiento estratégico, frío y calculado. Pero también era un paso que lo ataba a una persona que apenas conocía, y mucho menos amaba.

"Amor", pensó con desprecio. No había espacio para esas tonterías en su mundo. Lo que importaba era el poder, la influencia, la estabilidad que este matrimonio le proporcionaría.

—¿Ha confirmado su presencia para la reunión de esta tarde? —preguntó Dahyun, sacándolo de su ensimismamiento.

—Sí. Que todo esté listo. Esto tiene que resolverse cuanto antes —respondió con una firmeza que, en su interior, no sentía.

Dahyun asintió y salió de la oficina, dejándolo solo con sus pensamientos. Seokjin se permitió un suspiro. Sabía que no podía mostrar ninguna duda, ni siquiera ante sí mismo. Pero había algo en este acuerdo que le incomodaba, algo que no podía identificar.

Kim Taehyung era un enigma para él. Había visto su foto, había leído su expediente. Sabía que era hijo de Kim Byung-chul, el hombre al frente de una de las corporaciones más grandes del país y el único que se interponía en su camino hacia la expansión global. Pero más allá de esos datos fríos, Taehyung era una incógnita. ¿Qué clase de persona aceptaba un matrimonio por conveniencia en el siglo XXI? ¿Qué buscaba realmente?

Seokjin apartó esos pensamientos. No tenía tiempo para preocupaciones sentimentales. Había una empresa que dirigir, y ese matrimonio, por desagradable que le pareciera, era un simple paso más en su camino hacia la cima.

El sonido del teléfono interrumpió el silencio. Seokjin lo levantó sin apartar la mirada de la carpeta.

—¿Sí?

—Señor Kim, es hora de su reunión con el señor Kim Byung-chul—anunció Dahyun al otro lado de la línea.

Seokjin cerró la carpeta y se levantó de su asiento. Su rostro volvió a ser una máscara de determinación. No era un hombre que vacilara ante un desafío. Este matrimonio no sería diferente. Lo haría porque era necesario, porque garantizaría su poder.

Y el poder era lo único que le importaba.

Mientras salía de su oficina y se dirigía a la reunión que cambiaría su vida, Kim Seokjin aún no sabía que, a veces, el control es una ilusión. Y que, aunque el poder pueda comprar muchas cosas, hay algunas que solo pueden ganarse con el corazón.

El Amor No Estaba En El Plan | Taejin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora