Los días que siguieron al breve momento de cercanía entre Seokjin y Taehyung no trajeron la transformación inmediata que el había esperado. Seokjin seguía siendo el mismo hombre reservado y metódico, y aunque Taehyung sentía que había logrado romper una pequeña parte de su coraza, la mayor parte de él permanecía inalcanzable. Sin embargo, ese pequeño gesto había plantado una semilla de esperanza en su corazón, una que se negaba a marchitarse.
El apartamento se había convertido en un escenario donde ambos jugaban roles cuidadosamente diseñados. Seokjin mantenía su vida profesional en un compartimento aparte, rara vez hablando de su trabajo en casa, mientras que Taehyung comenzaba a construir una nueva rutina, intentando encontrar su lugar en ese mundo frío y calculado. A veces se preguntaba si estaba luchando contra molinos de viento, pero luego recordaba ese momento, esa conexión fugaz, y decidía no rendirse.
Una tarde, Taehyung decidió explorar más allá de los límites del apartamento. Había pasado demasiado tiempo encerrado en ese espacio, y necesitaba aire, un cambio de perspectiva. Salió sin rumbo fijo, dejando atrás las miradas de curiosidad de los empleados de Seokjin, quienes la veían como una extraña en su propio hogar.
Caminó por las calles de la ciudad, dejándose llevar por la energía vibrante de esta misma. Las luces, los sonidos, todo era un recordatorio de que el mundo seguía girando, incluso cuando su vida parecía estar detenida en un punto muerto. Después de un rato, se encontró frente a una galería de arte. Sin pensarlo dos veces, entró.
El interior de la galería era acogedor y tranquilo, un refugio del bullicio exterior. Taehyung paseó entre las obras expuestas, permitiendo que las imágenes lo absorbieran. Había algo en el arte que siempre la había fascinado, la forma en que podía capturar emociones tan complejas y variadas en un solo lienzo. Mientras observaba una pintura abstracta, sintió una presencia a su lado.
— Es interesante, ¿verdad? —dijo una voz masculina suave pero profunda.
Taehyung giró la cabeza y se encontró con un hombre un poco más bajo que el, de cabello castaño oscuro y ojos marrón penetrantes. Su expresión era amigable, con una leve sonrisa en los labios. Estaba vestido de manera informal, pero su porte y confianza hablaban de alguien acostumbrado a moverse en círculos altos.
— Sí, lo es —respondió Taehyung, devolviéndole la sonrisa—. Aunque no estoy seguro de entenderlo del todo.
El hombre asintió, como si apreciara su honestidad.
— El arte no siempre se trata de entender, sino de sentir —comentó, acercándose un poco más para observar la pintura junto a el—. A veces, es solo una cuestión de dejar que la obra te hable, sin tratar de racionalizarla demasiado.
Taehyung lo miró de nuevo, intrigado.
— Eso tiene sentido —dijo, sintiendo una extraña familiaridad en su presencia—. ¿Vienes a menudo a esta galería?
— De vez en cuando. Es un buen lugar para desconectar —respondió él, girándose hacia el más alto—. Por cierto, me llamo Min Yoongi
— Kim Taehyung —dijo el, estrechando su mano—. Un placer conocerte, Yoongi.
— El placer es mío, Taehyung. Es raro encontrar a alguien que aprecie el arte por lo que es, en lugar de lo que puede significar en términos de estatus o inversión.
Taehyung sonrió, sorprendido por la franqueza de Yoongi.
— Bueno, creo que todos necesitamos algo que nos recuerde que hay más en la vida que solo negocios y números —respondió, notando cómo las palabras parecían estar dirigidas también a Seokjin, aunque él no estuviera allí.
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El Amor No Estaba En El Plan | Taejin
RomanceKim Seokjin es un CEO multimillonario acostumbrado a tener el control absoluto sobre su vida y a obtener todo lo que desea. Egocéntrico y frío, su única prioridad es el éxito de su imperio empresarial. Pero su mundo perfecto se tambalea cuando, por...