El aire en la oficina de Seokjin se sentía más pesado de lo habitual. El sol brillaba a través de las ventanas, pero no lograba disipar la sensación de inquietud que había tomado residencia en su mente. La conversación con Taehyung la noche anterior lo había dejado con una mezcla de alivio y temor. Por primera vez, se había permitido ser vulnerable ante el, admitiendo sus miedos e inseguridades. Sin embargo, esa apertura también lo había dejado expuesto, algo que no estaba acostumbrado a manejar.Seokjin se encontraba en medio de una reunión cuando su asistente, Daehyun, entró con un sobre en la mano. Se disculpó rápidamente con los presentes y se lo entregó. Él lo tomó con un gesto de asentimiento, pero no le prestó atención de inmediato. La reunión continuó, pero su mente estaba lejos de los temas que se discutían. Finalmente, cuando los demás se retiraron, Seokjin abrió el sobre.
El contenido lo hizo fruncir el ceño. Eran documentos legales relacionados con una antigua propiedad familiar que había sido vendida años atrás. No era inusual que recibiera papeles de este tipo, pero lo que llamó su atención fue el nombre del comprador. Era un nombre que no había visto en mucho tiempo, un nombre que traía consigo recuerdos que preferiría haber dejado enterrados: Jeon Jungkook.
Jeon había sido su primer amor, una relación intensa y complicada que había terminado en desastre. El era el hijo de un socio comercial de su padre, y su romance juvenil había estado marcado por el secreto y la pasión, pero también por la traición y el dolor. El fin de su relación con Jungkook había sido el primer golpe real a su confianza en las personas, algo que lo había moldeado para convertirse en el hombre controlado y frío que era ahora.
Seokjin sintió que el pasado comenzaba a cerrarse sobre él, como una sombra que se negaba a desaparecer. No había pensado en Jungkook en años, pero ahora, con su nombre en esos documentos, era imposible ignorar los recuerdos que volvían a su mente. Había algo extraño en el hecho de que el hubiera comprado esa propiedad. ¿Por qué ahora? ¿Y por qué no había sabido nada de el hasta este momento?
Mientras tanto, Taehyung decidió aprovechar el día para visitar a su hermano, Namjoon. Sabía que necesitaba un consejo, alguien en quien confiar mientras navegaba por los difíciles terrenos de su matrimonio. Namjoon siempre había sido su roca, la persona en la que podía apoyarse sin importar qué.
Se encontraron en un pequeño café en Gwangju, un lugar al que solían ir cuando eran más jóvenes. Namjoon, con su cabello oscuro y su sonrisa cálida, la recibió con un abrazo.
—¿Cómo estás, Voo? —preguntó Namjoon mientras se acomodaban en una mesa junto a la ventana.
Taehyung suspiró, removiendo el café en su taza sin beberlo.
—He estado mejor —admitió—. Las cosas con Seokjin han sido difíciles.
Namjoon asintió, entendiendo sin necesidad de más explicaciones. Sabía lo complicado que era el matrimonio de su hermano, y siempre había sospechado que el carácter de Seokjin sería un reto.
—¿Qué ha pasado? —preguntó, tomando un sorbo de su propio café.
Taehyung le contó todo: desde la desconfianza de Seokjin, su encuentro con Yoongi, hasta la conversación sincera que finalmente habían tenido. Namjoon escuchó en silencio, asintiendo de vez en cuando, su expresión grave.
—Me alegra que finalmente hayan hablado, pero Tae, debes estar preparado. Los hombres como Seokjin no cambian de la noche a la mañana. Él ha construido una vida en torno a su necesidad de control, y dejar eso no será fácil para él —dijo Namjoon, con su habitual franqueza.
Taehyung sabía que su hermano tenía razón, pero también se aferraba a la esperanza de que Seokjin pudiera cambiar, de que ambos pudieran encontrar una manera de hacer que su matrimonio funcionara.
—Lo sé, Joonie. Pero quiero intentarlo. Siento que hay algo bueno en él, algo que vale la pena salvar —respondió Taehyung, su voz suave pero decidida.
Namjoon, por su parte, sonrió con ternura, admirando la fortaleza de su hermano.
—Si alguien puede llegar a él, eres tú, Tae. Pero no olvides que también debes cuidarte. No puedes perderte a ti mismo en el proceso —advirtió, tomando la mano de Taehyung.
—No lo haré —prometió Taehyung, agradecido por el apoyo de Namjoon.
De regreso en su oficina, Seokjin seguía sumido en sus pensamientos. No podía dejar de preguntarse qué motivaciones tenía Jungkook para reaparecer en su vida de esta manera. Sabía que su reencuentro podría ser inevitable, y esa idea lo inquietaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. ¿Estaba preparado Taehyung para enfrentarse a este fantasma de su pasado? ¿Estaba él preparado?
Esa tarde, Seokjin decidió tomar una decisión. No podía permitirse que el pasado interfiriera con el presente, especialmente ahora que finalmente había dado un paso hacia la construcción de una relación real con Taehyung. Pero para hacer eso, sabía que debía confrontar a Jungkook, cerrar esa puerta de una vez por todas.
Llamó a Daehyun y le pidió que arreglara una reunión con Jeon Jungkook. La llamada fue breve, y Daehyun, siempre eficiente, le confirmó la cita para la semana siguiente. Seokjin colgó el teléfono y se quedó mirando por la ventana de su oficina, la ciudad extendiéndose ante él como un laberinto de posibilidades y peligros.
Esa noche, cuando llegó a casa, encontró a Taehyung esperándolo en la sala de estar. El estaba leyendo un libro, pero lo dejó a un lado cuando lo vio entrar. Su sonrisa era cálida, y Seokjin sintió una punzada de culpa por lo que estaba a punto de decirle.
—Taehyung, necesito hablar contigo —dijo, sentándose junto a el en el sofá.
Taehyung asintió, notando la seriedad en su expresión.
—¿Qué sucede? —preguntó, preocupado.
Seokjin tomó aire, organizando sus pensamientos.
—Hoy recibí unos documentos relacionados con una antigua propiedad de mi familia. El comprador es alguien que conocí hace mucho tiempo… alguien con quien tuve una relación complicada. Su nombre es Jeon Jungkook —explicó, observando la reacción de Taehyung.
Taehyung parpadeó, sorprendido. No había esperado que Seokjin le hablara de su pasado de esta manera, pero agradeció su honestidad.
—¿Y qué significa eso para ti? —preguntó, con cautela.
—Significa que necesito enfrentar esa parte de mi vida que he tratado de olvidar. Jungkook y yo tuvimos una relación intensa, pero terminó mal. No quiero que esto afecte lo que estamos tratando de construir, pero también sé que no puedo seguir adelante sin cerrar ese capítulo —dijo Seokjin, su voz firme.
Taehyung asintió lentamente, comprendiendo la importancia de lo que Seokjin estaba diciendo.
—¿Quieres que te acompañe? —ofreció, mostrando su apoyo.
Seokjin negó con la cabeza.
—No, esto es algo que debo hacer solo. Pero quería que lo supieras, porque no quiero que haya más secretos entre nosotros —dijo, mirándola a los ojos.
Taehyung sonrió, tocado por su sinceridad.
—Gracias por confiar en mí, Jinnie. Estoy aquí para ti, lo sabes —respondió, colocando una mano en su mejilla.
Seokjin asintió, sintiendo un extraño alivio al haber compartido esto con el. Aunque sabía que la reunión con Jungkook sería difícil, también entendía que era un paso necesario para avanzar en su vida con Taehyung.
Mientras la noche caía sobre la ciudad, Seokjin y Taehyung se quedaron en silencio, compartiendo un momento de calma antes de que las sombras del pasado regresaran para ser enfrentadas. Ambos sabían que el camino que tenían por delante no sería fácil, pero estaban decididos a caminarlo juntos, sin importar lo que encontraran en su camino.
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El Amor No Estaba En El Plan | Taejin
RomanceKim Seokjin es un CEO multimillonario acostumbrado a tener el control absoluto sobre su vida y a obtener todo lo que desea. Egocéntrico y frío, su única prioridad es el éxito de su imperio empresarial. Pero su mundo perfecto se tambalea cuando, por...