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Su amor siempre había estado presente, nadie lo decía pero todos lo sabían, estaban juntos desde la secundaria, todos los días siempre estaban juntos en la misma banca donde contaban su día, así fuera lo más vano del mundo pero ellos se divertían contándolo, Max no sabía diferenciar sus sentimientos cuando vio que Checo tenía una novia, pensaba que era normal el cómo se sentía era su mejor amigo y ver que no pasaba tiempo con el, era de lo más normal, ¿No?Decidió pensarlo de esa manera, hasta que llegaron a preparatorio donde Max descubrió con lágrimas en sus ojos y una pequeña opresión en su pecho que estaba enamorado de su mejor amigo, siempre lo ha estado pero ahora como podría aliviar este sentimiento, quería pensar que solo era el y sus sentimientos.
Pero como podía pensar que solo era el, si cuando caminaban juntos Checo solo agarrarlo de la mano, acompañarlo hasta su casa, pasar horas recostado sobre su hombro y en las fiestas siempre escabullirse para tener un momento juntos, agarrados de sus manos hasta que una noche todo cambio, o al menos eso le gustaba pensar.
-Max, ¿Puedo preguntarte algo?.- Decía Sergio mientras estaban sentados sobre la banqueta lejos de todo el ruido de la pequeña reunión que tenían con sus amigos.
-Claro Chequito, siempre puedes hacerlo.
-Tu.. tu actuarias o cambiarías tu forma de ser conmigo si.. si a mi me gustara alguien más. Y por alguien más.. digamos que un hombre.
-Jamas mi pequitas, nada cambiaria siempre te querré sin importar nada.
-Te amo Maxie, siempre serás "my one and only" tal como la canción.
Checo depósito un beso en la mejilla de un joven Max, para después abrazarlo y tomarlo de la mano como solía hacerlo.
Al paso de los días, Checo le había mencionado que a veces le desesperaba que su amigo Lewis se portara raro con el, que a veces quisiera saber que pasaba, dándole la idea a Max que se tratara de hacer amigo de Lewis para ver si el podía sacar algo de información pero Max realmente llegó a conocerlo, se hizo su amigo y no querría ahora traicionar su confianza.
Pero Max jamás se hubiera imaginado que realmente Checo solo lo utilizo, porque al desbloquear el teléfono de este se dio cuenta que su fondo de pantalla, eran el y Lewis juntos tomados de la mano, ellos dos eran novios, ¿En que momento paso? Se sentía herido y traicionado, el sabía que la persona que tenía que tenerle odio o rencor debería ser Sergio pero no podía, no podía odiarlo si lo amaba.
Su corazón se quebraba cada que veía como Checo, su Checo tomaba de la mano a Lewis en las fiestas o le daba un beso en la mejilla pero con este no se esforzaba en ocultarse, lo hacía en vista de todos ¿Que le había faltado? ¿Acaso no era suficiente? Trataba de siempre haberle querido y demostrar su amor, tal vez simplemente no era suficiente, el no era suficiente.
Checo y Max solían sentarse siempre en la misma banca, aún en preparatoria ellos solían tener su banca especial, que últimamente había sido ocupada por Max, hasta que un día llegó Sergio nuevamente un poco nervioso.
-Hola..
-Hola Sergio.
-Te he extrañado.
-Ni siquiera note tu ausencia, a decir verdad.
-Maxie..
-Eres mi mejor amigo Sergio y me abandonaste.
-Lo se y pido perdón, sabes que te amo y no quiero perderte nunca.
-Solo no vuelvas a alejarte.
-Jamás, tu siempre serás mi alma gemela, te lo juro Maxie.
Y así tan fácil como eso, volvieron a estar juntos, porque así se fácil para Max era amar a Sergio, no era difícil para el, no existía otra persona que quisiera más que a su mejor amigo.
Cuando Sergio lo acompañaba después de clases, notaban que siempre había un gatito que los esperaba y decidieron adoptarlo, Checo dijo que lo llevaría a casa con la condición que sería de los dos, Max sin dudarlo dijo que si y decidieron llamarlo Wesley, un hermoso gatito, que era de ellos, Max lo visitaba y se llevaba bien con la madre de Sergio y como no hacerlo si sus madres trabajan juntas, y es por eso también que se conocen desde pequeños.Pero, no todo era tan fácil, tuvieron que separarse cuando estudiaron en la universidad, pero a pesar de la distancia, Max siempre se aseguraba que darle detalles, que en su cumpleaños, tuviera un regalo o pastel, aunque no se vieran pero siempre asegurando que Sergio se sintiera querido.
Cuando Sergio era todo lo contrario, con esfuerzo mandaba mensajes a Max a veces se desaparecía de su vida como si no existiera, para después regresar con un simple "te extraño" que Max siempre contestaba de vuelta.
Pero paso tantas noches en vela, preguntándose que era lo que realmente Sergio quería, había vivido buenos momentos con el, siempre había estado profundamente enamorado pero Sergio jamás hizo algo por el, Sergio le decía que cambiaría, que ya no desaparecería pero jamás fue así, volvía a desaparecer por meses.
En fiestas y reuniones, confundía a Max al decirle que se veía hermoso y acercarse para besarlo pero jamás lo concretaba, para después por mensajes contarle como decía que conocía nuevas personas.
Era un ciclo sin retorno, como sentía siempre que tenía todo y a la vez nada, Sergio sabía que tenía su corazón en su mano, pero aún así poco le importaba, así lo que quería con el, eran solo fantasmas que hasta parecían tenerle pena a Max de verlo como a veces no era ni capaz de levantarse de la cama, por llorar por algo que ni siquiera había terminado de existir como podía sentir que tenía todo pero a la vez jamás lo tuvo, cansado de esto, un día después de años decidió armarse de valor y finalmente preguntar que era lo que sentía.
-Maxie, me sorprende que..
-Sergio, por favor, por una sola vez en tu vida. Se honesto, dime la verdad.
-¿De que hablas, no entiendo?
-¿Sientes algo por mi? Porque si es así dímelo, o si alguna vez lo sentiste, necesito quitarme esta duda, dime si todo solo estuvo solo en mi cabeza o si realmente me amas, como solías decirlo por favor.- Max sentía como su corazón estaba haciéndose pequeño cada vez más, al borde de las lágrimas.
-No lo se, tal vez y en algún momento si.
-He tenido suficiente.- Dijo por fin Max para salir por la puerta, esperando que Sergio lo siguiera pero este jamás lo hizo, miro atrás una última vez solo para darse cuenta que este ni siquiera lo había volteado a ver.
Esta fue la última vez que lo vio, borro todo lo que alguna vez tuvo en su teléfono y eliminó todo rastro de él, le quemaba en el alma, aún pasando un año después de la última vez que lo vio y pudo hablar con el, seguía doliendo y solo pedía que algún día pudiera dejar de hacerlo, porque para el, era la pérdida de su vida, su primer amor.