Se había levantado muy temprano en la mañana, tenía días haciéndolo y Max ya lo había notado, Checo salía de casa a su trabajo y llegaba siempre más tarde a la hora de reunirse en su casa al finalizar la tarde, no sabía que estaba pasando.En su cabeza, comenzaba a hacerse ideas que no quería pero eran inevitables, Checo estaba teniendo un amorío, pero ¿Con quién? Sería capaz de engañarlo de esa manera acaso.
Cuando estaba buscando en una de sus chaquetas sus llaves perdidas, encontró una tarjeta era de una florería, ¿Flores?Checo jamás había llegado con flores, una pista más de su engaño pensaba Max, al estar en su oficina le llegó un mensaje de uno de sus practicantes, para ser específicos George, donde eran imágenes y al final un texto, en las imágenes de podía apreciar a Sergio en una tienda de lencería, junto a alguien pero no podía distinguirse.
Sergio había dicho que estaría en juntas con accionistas que no estaría disponible pero ahora todo estaba más que claro, estaba triste pero a la vez no podía dejar de pensar en Sergio con lencería, ¿Cómo se vería? No Max, concéntrate estas enojado y triste, pero Dios, las piernas, sus pechos... Basta Max.
Desconsolado decidió llamar a Charles pero este no contestó, por lo cual dio paso a contactarse con Carlos.
-Hola Max, que gusto saber de ti.
-Carlos..
-Oye, ¿Qué pasa?
-Checo esta teniendo un amorío.
-¿QUÉ? Dios Max, no. El te ama.
-Esta en una tienda de lencería ahora.
-No, claro que no, Charles me dijo que irían a tomar un café, espera.
La llamada fue terminada en un instante, para después volver a aparecer en el nombre de Carlos sobre el.
-Charles no contesta, pero estoy seguro que todo es equivocación.
-¿Y como saberlo?
-Max, ¿Y si hacemos lectura de cartas?
-¿Cartas?
-¡Si! Un amigo de la universidad una vez me enseño, puedo leértelas y vemos que responden.
-Bien, voy a tu casa ahora mismo.
Salió de su oficina lo más rápido posible y se dirigió a casa de Carlos, donde este ya lo estaba esperando, el español se tomó realmente esto en serio, porque al llegar había música, la luz estaba tenue y todas las cortinas estaban cerradas y había una mesa con unas velas y Carlos sentado ahí.
-¿Carlos?
-Siéntate por favor.
-Bien..
-Ahora dime tu nombre y el porque has venido.
-¿Qué?
-Max por favor coopera si quieres que esto salga bien.
-Mi nombre es Max, y quiero descubrir si mi esposo me engaña.
-Vaya, eso es algo serio.
Carlos comenzó a tomar la baraja española y barajearla frente a Max, lo cual le sorprendió al rubio puesto que realmente tenía habilidad sobre las cartas.
-Ahora señor, mientras yo barajeo las cartas, usted hará la pregunta y yo diré que va pasando.
-Bien.
Carlos comenzó a hacer la acción, y el de ojos azules cuestionaba en voz alta, lo cual realmente estaban sumidos que no escuchaban nada más.
-Iré colocando las cartas sobre la mesa y ver que va pasando.