Una semana después
Victoria
Chase Atlantic resonaba a todo volumen en mis auriculares. Como casi cada mañana, salí a correr. Últimamente era lo que más me despejaba y relajaba. En los últimos siete días, estuve con Pedri y Pablo - ya me acostumbré a llamarle por su nombre y no por su apodo Gavi - ayudándoles en sus recuperaciones. El canario iba mejorando mucho mientras que el sevillano iba poco a poco. Su lesión era mucho más compleja que la del pelinegro.
Solo estuve con ellos, apenas interactuaba con alguien más. Solo con mis tíos, los chicos y Leila. Las comidas las hacía en casa o pedía directamente que me la bajaran a la sala de fisioterapia o al gimnasio. Y todo porque no quería interactuar con el chico de Huelva. Por lo que sabía, el sentimiento era mutuo. No había preguntado por él, pero mi amigo sevillano era un bocas y no se callaba nada de nada.
Leila era la que le atendía en las sesiones de fisioterapia. Todo a petición del arrogante.
Una vez llegué a casa, me di una ducha. Después de arreglarme, bajé las escaleras. Mis tíos ya se habían ido a sus respectivos trabajos muy temprano. Hansi tenía la manía de llegar mínimo una hora antes, para hablar con Joan y comentar cosas sobre los chicos. Más a finales de agosto, con el mercado de fichajes en auge. Salí de casa y ahí estaba el canario esperándome. Llevábamos un par de días yendo juntos a los entrenos. Solo que a diferencia de cuando me recogió Fermín, yo iba en la parte trasera del coche, que tenía los cristales tintados.
–Hey Tori – saludó él, con una sonrisa cuando entré en el coche.
Saludé con lo mismo. Nos dimos los dos típicos besos en las mejillas que hacían los españoles y fuimos escuchando a Quevedo, un artista canario como Pedri, mientras llegábamos a la Ciutat.
Una vez aparcó, veinte minutos después, bajamos del Cupra Formentor gris del chico. Los dos Pablos, Pau y Héctor nos esperaban allí. Cuando nos vieron llegar juntos, se miraron entre ellos. ¿Pasaba algo? Quise preguntar, pero no pude. Porque alguien habló.
–¿Alguien me alza pa' entrar? – ese acento andaluz me erizó la piel, como siempre.
Ignoré la situación por completo y me hice paso entre los chicos, quienes se apartaron enseguida. Entré en el vestuario, me cambié la camiseta por el polo dorado y bajé a la sala de fisioterapia.
–Hola Vic – saludó mi tío con una gran sonrisa –. Leila está enferma, me ha llamado y no puede venir hoy. Tendrás que atender a Fermín y a los de siempre.
Asentí. Una vez mi tío se marchó, comencé a preparar las máquinas para mis dos amigos. Cuando lo tuve todo listo para ellos, busqué entre los papeles de Leila la ficha de ejercicios de Fermín.
–Hola –.dijo el rubio, caminando con las muletas hacia mí.
También llegaron los otros dos lesionados, ayudando al de Huelva. Lo tumbaron en la camilla mientras yo acababa de leer los informes de Leila.
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DREAM TEAM SERIES | Futbolistas
Fiksi PenggemarNueva tanda de historias cortas con futbolistas. ✨️ CHASING GOLD | Fermín López 🐚 Te enamoraste de un G | Pablo Gavi 🏛 Amour Interdit | Robin Lenormand ❤️🔥 2+1 (Two of Us) | Héctor Fort & Marc Bernal 💋 CUANDO TE VI | Pau Cubarsí 🫀 Amore a...