Mision en cubierta (Bakudeuku)

4. Propuesta

La mañana por fin llego, los primeros rayos de sol se asomaban por la ventana, el primero en despertar fue Izuku pues el solo comenzaba a iluminar su rostro causando que se removiera, sintió el calor del cuerpo contrario y las sensaciones de lo que sucedió esa noche, lo hizo sentirse confundido, se había dejado llevar por aquellos sentimientos que creyó que había enterrado tantos años atrás y solo basto unos segundos para verlo y entregarse de nuevo a esa persona.

Acarició con suavidad el rostro tranquilo de Katsuki, mientras lo último que pensaba era en que, aunque hubiera aceptado volver con él en esa extraña circunstancia, queria que le aclarara lo que había sucedido en el pasado, "Estuve a punto de mandar la misión al carajo, nadie puede tocarte más que yo, eres mío Izuku, te amo y te adoro" Recordó la confesión del cenizo, "nunca deje de pensar en ti desde que te fuiste y ahora que estas de regreso no pienso soltarte"

Entonces, ¿Kacchan no lo traicionó? O ¿estaba arrepentido?, en un momento sintió como el cenizo lo pego más a su cuerpo en el abrazo que tenía sobre su cintura

—Buenos días Zuzu — saludó sin siquiera abrir los ojos y su voz sonaba ronca.

El peliverde se sobre salto al escuchar la voz de su ahora nuevamente novio, estar en esa posición, lo hacía sentirse tan a gusto, no sabía cuánto lo había extrañado realmente hasta ese momento.

—Buenos días, Kacchan — murmuró Izuku, intentando esconderse en el pecho del cenizo, no tenía tanto valor para verlo a los ojos, eso hizo que Katsuki soltara una suave risa, abrió lentamente sus ojos, y con una mano, levantó el mentón de su amante para verlo directamente a los ojos, esas bellas esmeraldas que adoraba, notó como el peliverde le devolvía la mirada con amor y cariño, pero había algo más y sabía perfectamente que era.

Le dio un suave beso en los labios que fue correspondido — Te he extrañado cada segundo de mi vida, no tener tu cuerpo cerca del mío, no poder escuchar tu risa, tu voz, tus murmullos, fue una tortura durante todos estos años — comentó luego de que el beso finalizara — Estoy consciente de lo que dijimos anoche Zuzu, pero ¿esto es lo que quieres? De verdad ¿me aceptarías como tu pareja?

Izuku se quedó en silencio por un momento, mordió el labio inferior mientras buscaba las palabras correctas.

—Kacchan... yo— tomo aire para poder expresar correctamente lo que deseaba decirle — yo quiero estar contigo, pero... lo que vi aquel día rompió mi corazón, aunque con tantos años que han pasado ya no se realmente que paso — respondió

—¿Por qué te fuiste sin dar ninguna explicación? — preguntó Katsuki, Izuku pudo sentir el dolor en esas palabras, eran sinceras, como si el no estuviera enterado de nada.

—El día que me dijiste que saldrías con tus padres — se dio el valor para externar su sentir de hace tantos años — yo... yo te vi cerca de mi departamento, ibas de la mano con una hermosa mujer de cabello largo y negro, tu sonreías genuinamente, esa sonrisa que solo era para mí o eso pensaba, luego vi cómo se escondían en el callejón que estaba a nada de mi hogar, tú... ustedes estaban besando de manera apasionada, me viste de reojo y solo sonreíste como burlándote de mí.

Katsuki frunció el ceño mientras escuchaba las palabras de Izuku, el dolor en la voz del peliverde era innegable, sin embargo, también sabía que lo que Izuku describía no había sucedido, y ahora necesitaba aclararlo.

—Zuzu... —empezó Katsuki —. Quiero que me escuches con atención, porque lo que estás diciendo no tiene sentido. Yo nunca te traicioné.

—Pero... — esas bellas esmeraldas comenzaban a empañarse de lagrimas

—Shh... no llores mi amor, por lo menos no aun, déjame hablar — pidió el cenizo acariciando con suavidad el rostro del peliverde — Ese día efectivamente estaba con mis padres y ellos te lo pueden corroborar — comenzó a hablar con calma — Yo nunca estuve ni cerca de tu departamento ese día, pues de hecho había ido con mis padres porque necesitaba su consejo

Katsuki le dio un suave beso en la frente y se puso de pie, buscando su cartera en su pantalón, cuando por fin la tuvo consigo, se sentó en el borde de la cama, Izuku lo veía con curiosidad mientras el cenizo sacaba un papel que se veía malgastado y viejo que parecía tener algo envuelto.

—Ese día que fui con mis papás fue porque queria su opinión sobre nosotros — comenzó a narrar — queria asegurarme que ellos te aceptarían y si no lo hacían simplemente no los iba a invitar

Izuku comenzó a entender para donde iba aquella declaración

—Quería pedirles su bendición —continuó Katsuki—. Sabía lo importante que era para ti que mi familia te aceptara, así que fui a hablar con ellos sobre nosotros. Este papel... —lo abrió con cuidado por lo viejo que estaba, revelando lo que parecía ser un pequeño anillo envuelto en él— es el recibo del anillo que había comprado para ti, ese día, mi intención era proponerte matrimonio, Zuzu.

Izuku se quedó sin aliento, mirando el anillo en las manos de Katsuki. Era hermoso, con un diseño que claramente había sido elegido con cuidado representando a ambos.

—Kacchan... —murmuró Izuku, sus lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas. El dolor y la confusión que había sentido todos esos años empezaban a desvanecerse, pero había algo más que necesitaba entender —Pero, si no eras tú, ¿entonces?

—Zuzu, nunca he estado con otra persona que no fueras tú —aseguró—. No sé a quién viste ese día, pero te juro que no fui yo. Estaba con mis padres, y después de esa reunión, fui directo a la joyería para recoger esto —levantó el anillo ligeramente —Mi único deseo era estar contigo, construir una vida juntos, no entiendo cómo o por qué viste algo diferente, pero te prometo que lo que crees haber visto nunca sucedió, ni siquiera conozco a ninguna mujer con esa descripción y tu conoces a todos mis amigos — declaró

El peliverde derramaba lágrimas en silencio, su mente era un caos de emociones, los recuerdos de aquel día, con la verdad que Katsuki le estaba demostrando, todo estaba doliéndole, pero no por la razón inicial, sino porque se dejó llevar y nunca le pidió una explicación, simplemente tomo un poco de su ropa y se fue del país sin mirar atrás.

Katsuki, al ver el conflicto en los ojos de Izuku, se arrodillo frente a él, tomando sus manos con suavidad — Zuzu, sé que lo que viste te hirió profundamente, y no puedo imaginar lo que has pasado todos estos años pensando que te había traicionado. Pero te amo, siempre te he amado, Lo que sea que viste aquel día, fue un engaño, una trampa.

El peliverde le regalo una sonrisa sincera en medio de todas sus lágrimas — yo también te amo, Kacchan, nunca deje de amarte — respondió entre hipidos — si hubiéramos aclarado las cosas hace tantos años ahorita tú y yo estaríamos casados — sus lágrimas se intensificaron en ese momento.

—Eso lo podemos arreglar mi amor — Katsuki sonrío limpiando el rastro de lágrimas que tenía el peliverde — Izuku Midoriya, sé que apenas unas horas te volviste nuevamente mi pareja, pero ¿me harías el honor de casarte conmigo? — preguntó sosteniendo en su mano el hermoso anillo

El peliverde se había quedado sin aliento, no pensó que Katsuki le pidiera matrimonio, pero lo vio directamente a los ojos, sabía que no mentía que todo lo que le dijo era verdad y que posiblemente alguien quiso separarlos.

— Kacchan... No puedo creer que después de todo este tiempo, me estés pidiendo esto

—Tal vez no sea el escenario que me plante hace tantos años mi amor, pero veo en tus ojos que nunca dejaste de amarme como yo tampoco, así que ¿Por qué esperar a una pomposa propuesta? — preguntó con una suave sonrisa, es que solo era única y exclusivamente para él — Terminemos con esta misión y casémonos, recuperemos el tiempo perdido.

—Sí, Kacchan —respondió Izuku, con una voz entrecortada por la emoción—. Sí, quiero casarme contigo

Katsuki sonrió colocando el anillo a Izuku, lo abrazo con fuerza y se dieron un apasionado beso, sellando así el compromiso que debió ser hace tantos años atrás

♡☆♡☆♡☆♡☆♡☆♡ ♡☆♡☆♡☆♡☆♡☆♡ ♡☆♡☆♡☆♡☆♡☆♡ ♡☆♡☆♡☆♡☆♡☆♡