6 Plan improvisado

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Katsuki observaba el semblante cada vez más pálido de Hakamada, queria pararse de su asiento en ese momento para ser el mismo que acabara con ese bastardo que estaba vendiendo a Izuku, pero se contuvo lo más probable es que en unos minutos comenzara el caos por culpa de Kai.

Hakamada se quiso poner de pie para huir, pero observo que en el lugar varios de los hombres de Kai estaban ubicados estratégicamente, Katsuki notó eso también

—El lugar está rodeado por los hombres de Kai — le avisó a Izuku

Izuku iba a decir algo, pues una idea loca se le había cruzado por la cabeza,

— y bien, Hakamada ¿Dónde está mi tesoro? — la voz de Kai sonó más amenazante

Unos segundos después Kai arto saco su pistola y apuntó con ella directamente al hombre frente a él — Es la última vez que pregunto — hablo elevando la voz llamando la atención de las personas que comenzaron a gritar al ver el arma, el caos comenzó

—Kacchan, dejare que me atrapen — hablo Izuku quien ya se había comenzado a mover — por favor, síguenos, si me secuestran

—Zuzu no, no dejare que te expongas — respondió, pero ya no recibió respuesta de su prometido

El caos reinaba en el lugar, Kai no se contuvo y le disparo a Hakamada eso incrementó aún más el pánico del lugar, los comensales comenzaban a correr desesperados a la entrada, Katsuki se puso de pie tenía que interceptar a su novio antes de que este hiciera su locura, pero había demasiada gente que se había quedado en medio de todos ellos.

Escuchó la voz de uno de los hombres de Kai — Señor, tenemos al objetivo, acabamos de subirlo a su auto

—Vaya entonces este bastardo no mentía, es una lástima tendré que conseguirme a otro informante — comentó con fingida pena — vamos llévame con mi premio.

Katsuki salió unos minutos después, esquivando a la multitud, buscaba desesperadamente una señal de Izuku o de ese bastardo de Kai, sentía que su corazón latía con fuerza, tenía miedo de que algo le pasara a Izuku.

Vio a lo lejos a Kai subiendo a un auto negro — ¡Maldición! ¡Izuku! — Bakugo pudo reconocer a su novio en el momento que la puerta se mantuvo abierta unos segundos, estaba inconsciente, recostado en los asientos traseros donde Kai ingreso con una sonrisa de suficiencia.

Katsuki corrió hacia su propio vehículo, sus manos temblaban, pero aun así abrió la aplicación del rastreador de gps que le había instalado en la ropa de Izuku cuando lo acorralo en la pared.

La señal en el GPS mostraba que el auto se dirigía hacia las afueras de la ciudad, hacia una zona más desolada. Katsuki avanzaba a una velocidad prudente no podría permitir que lo descubrieran.

—Maldita sea, Izuku, ¿por qué tenías que lanzarte cómo directo a la boca del lobo? — murmuró Katsuki entre dientes mientras su mirada estaba fija en la carretera.

Finalmente, la señal del GPS se detuvo en lo que parecía ser un edificio departamental abandonado, se estacionó a una distancia prudente, evaluando el lugar calculo unos cincuenta hombres protegiendo los alrededores, del asiento de atrás saco una maleta y saco un conjunto negro, ese traje lo usaba cuando necesitaba infiltrarse y en esta ocasión necesitaba pasar desapercibido, verifico sus armas colocó el silenciador en ellas y finalmente verifico su equipo.

Está a punto de bajarse del auto cuando lo pensó un poco mejor, eran demasiados hombres y esos solo eran los que estaban a la vista, faltaban los que estaban en el interior, necesitaba refuerzos, pero luego de lo Hakamada no podía confiar en cualquiera.

Saco su teléfono y marco el numero de la única persona que sabía que podía confiar ciegamente a parte de Izuku.

—¿Bakugo? ¿Qué pasa? —preguntó sorprendido, pues no era normal que Katsuki le marcara y más porque en esta ocasión él no estaba en la misma misión, Hakamada se había asegurado de separar a su equipo antes de proceder con el plan inicial.

—No tengo mucho tiempo para explicar, Izuku fue capturado por Kai, ese siempre fue su objetivo, Hakamada nos traicionó — comenzó a hablar rápido, pero lo suficientemente claro para que su amigo lo escuchara — Estoy frente a un edificio departamental abandonado a las afueras de la ciudad. Hay al menos cincuenta hombres armados vigilando el lugar

—¡Maldita sea! — exclamo su amigo — ¿Estas solo?

—Sí, y no puedo esperar más. Voy a entrar, pero necesito que vengas lo más rápido posible con todo lo que tengas, te mandare la ubicación y trae a los que podamos confiar, no quiero más sorpresas —ordenó Katsuki

—Kats, solo no hagas una locura, por favor — respondió su amigo — yo mejor que nadie se lo que sufriste por Izuku quiero los detalles después de esto, porque no entiendo como alguien que ya no vivía en Japón ahora está en peligro.

—No prometo nada, pero necesito que vengan, para apoyarme

—Bien, hablare con Eijiro, Denki, Shoto y Shoiji

—Gracias Hanta — respondió antes de colgar, puso su teléfono en silencio y comenzó a acercarse al edificio con cautela

Se deslizó con cautela, estaba cerca de unos contenedores de basura, habían dos tipos ahí platicando, así que tuvo que hacer un poco de ruido lanzando una piedra en otra dirección para llamar su atención.

—¿Qué fue eso? — preguntó uno de los tipos, que comenzó a avanzar hacia donde la piedra golpeo la pared, momento que Katsuki aprovecho, saco su cuchillo y de un corte limpio acabo con el primer tipo, y con agilidad lanzó unas dagas a la espalda del otro que gimió de dolor, se acercó rápidamente a él y acabo con su vida.

Bakugo los ocultó dentro del contenedor de basura y se adentró a lo que parecía ser el área de servicio, el edificio estaba en ruinas, las paredes estaban muy dañadas y estaba lleno de muebles rotos, aun así, siguió avanzando acabando con todos los que se encontraba a su paso.

—No entiendo porque nuestro líder esta encaprichado con esa chica — comenzó a escuchar la conversación de unos tipos

—Que no te escuche ¿acaso quieres terminar siendo comida de los perros?

—Claro que no, pero no entiendo, es cierto la chica es bonita, pero ¿vale la pena todo lo que ha hecho para poderla tener?

—Eso es asunto de nuestro líder, así que no te metas en sus asuntos personales — replico el otro

Katsuki evaluó la situación, necesitaba llegar a su prometido y esos tipos hablando parecían saber su ubicación, respiro hondo y saco de uno de sus aditamentos que usaba, una jeringa que contenía un somnífero para dejar inconsciente a un adulto al menos unas tres horas, aplicó la misma táctica que uso cuando entro al edificio, separando a los sujetos, se acercó al primer tipo por la espalda y le inyecto la sustancia dejándolo fuera de combate.

Corrió hasta el segundo tipo, que se giró al escuchar el forcejeo y antes de que pudiera reaccionar recibió un fuerte puñetazo en la cara que lo mandó al piso, saco su arma y se la puso en la frente

—Dime donde la tienen — ordenó con frialdad

—¿Quién demonios eres? — el hombre no parecía temerle a la muerte

—Su peor pesadilla, se llevaron aquello que más amo, así que dime, donde la tienen y te juro que tu muerte será piadosa — amenazó acercando aún más el arma a la frente del hombre ejerciendo presión.

—¡En el sótano! ¡Está en el sótano del edificio! — soltó finalmente, con los ojos desorbitados por el miedo — Nuestro líder lo llevó ahí, está vigilado, pero te juro que no sé más, por favor...

—Gracias por la información, — comentó con una sonrisa fingida antes de jalar el gatillo.

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Este Katsuki no se anda con rodeos

Mision en cubierta (Bakudeuku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora