Mision en cubierta (Bakudeuku)

7. Rescate

Katsuki avanzó lo más rápido que pudo acabando con todo aquel que se encontraba en su camino, pues no queria sorpresas una vez que llegara a donde estaba su amado.

Llegó a una escalera que parecía conducir al sótano, así que con su arma alzada comenzó a bajar las escaleras lentamente, no sabía que es lo que iba a encontrar ahí, cuando por fin llego encontró otras tres puertas, pero una voz llamó su atención.

—¿Despertaste mi tesoro? — la voz de Kai se filtraba por la madera de la puerta, aunque era amortiguada sabía que se trataba de él, se colocó contra la pared y estaba a punto de entrar cuando escuchó la voz de Izuku

—¿Qué es lo que quieres de mí? — preguntó Izuku sin una pizca de miedo

—Mi hermoso Izuku Midoriya, ¿Qué no quisiera de ti? — hablo con una extraña dulzura, era más como posesión.

Izuku lo miraba con su ceño fruncido, estaba atado a una silla por lo que no podía moverse.

—Verte con ese hermoso atuendo me hace desearte más — susurro ignorando el semblante de Izuku y acarició su mejilla y poco a poco bajo acariciando su cuerpo

—¡Aleja tus asquerosas manos de mí!

Una carcajada resonó en el lugar, —Hace diez años —empezó Kai, ignorando nuevamente las palabras de Izuku — fue cuando te conocí, te veas tan hermoso, aunque ibas de la mano de ese bastardo de Bakugo, así que tuve que intervenir, tuve que buscar una oportunidad perfecta para poderlos separar, mi idea era que una vez separados yo me quedaría contigo, nadie nunca te encontraría serías completamente mí.

Los ojos de Izuku se abrieron con sorpresa. — ¿Fuiste tú quién...?

—Sí, Izuku —interrumpió Kai, con una maniática sonrisa—. Fui yo quien manipuló todo, pero no conté que escaparías a Estados Unidos, aunque en ese momento no sabía que estabas ahí, me tarde muchos años en encontrarte, así que tuve que infiltrar a Hakamada para que se ganara la confianza de la policía secreta y buscar que trajeran al mejor espía para "atraparme" — revelo y volvio a acariciar una de las mejillas de Izuku

—¿Por qué hiciste eso? Me alejaste del amor de mi vida

—Yo soy el amor de tu vida Izuku, tú me perteneces, y...

Katsuki escuchó todo, sentía su sangre hervir, enterarse de que ese bastardo fue el causante de su separación con el amor de su vida, no pensaba permitir dejar más tiempo, pero se detuvo un poco al escuchar la voz de Izuku

—No soy tuyo y nunca lo seré Kacchan me encontrará y será tu último día sobre la tierra, — hablo con seguridad

—Te haré entender cuál es tu lugar mi amado tesoro, aprenderás a quererme

—¡SUELTAME! — grito Izuku, Kai lo había tomado con fuerza por el mentón y se acercaba peligrosamente para besarlo

La puerta se abrió de golpe, golpeando la pared con fuerza. Kai giró rápidamente,

—¿Cómo se atreven a interrumpirme inept...? — no terminó la pregunta al ver a Katsuki en el umbral de la puerta, había pensado que se trataba de uno de sus miembros sus ojos rojos estaban inyectados en furia.

Tenía su arma apuntado directamente a Kai — Aléjate de mí prometido — hablo con una voz fría y plana

Kai soltó una carcajada —Vaya, vaya... el gran Katsuki Bakugo viene a despedirse de mi tesoro — soltó con desdén

—Izuku no te pertenece, él me pertenece a mi

Izuku no dijo nada, pero sus ojos brillaban con alivio, sabía que Katsuki hallaría la forma de encontrarlo

Kai sacó su propia arma y comenzó a disparar hacia Katsuki, quien se deslizó detrás de una columna para cubrirse

—¡Kacchan! — grito preocupado Izuku, se sentía inútil atado a esa silla.

Kai no dejaba de disparar, pero el silencio de Katsuki lo inquietaba. Se relamió los labios, y con una sádica sonrisa, gritó:

— ¡No podrás esconderte para siempre, Bakugo! ¿De verdad crees que tienes una oportunidad contra mí? ¡Izuku es mío!

—Cierra la maldita boca, Bastardo — respondió Katsuki, su tono frío y lleno de odio. — Izuku no es tuyo.

Desde su posición podía ver de reojo a Kai quien seguía a lado de Izuku, si disparaba con él cerca, podía poner en riesgo a Izuku, así que tomo una decisión, solo espera que no se moviera, ya había calculado la distancia, tomo una bomba de humo que cargaba en su cinturón y la lanzó hacia el centro de la sala, el humo comenzó a esparcirse en cuestión de segundo.

—¿Qué demonios...? — Kai tosió y se cubrió con una de sus manos tosiendo, no podía ver nada

Katsuki aprovechó ese momento, para salir corriendo en dirección a Kai, calculando su posición lanzó un fuerte puñetazo al aire que conectó con el pómulo izquierdo del castaño, la distracción logro que Katsuki lo desarmara, el humo comenzó a disiparse.

Los ojos de Chizaki brillaban con intensidad e ira — ¡Eres un maldito! — gritó Kai mientras sacaba un chuchillo desde el cinturón y se lanzó hacia Katsuki intentando herirlo, pero él agente de la policía secreta lo bloque son problema.

Katsuki logró desarmarlo y ahora estaban en una pelea cuerpo a cuerpo, un puñetazo le dio en el estómago a Katsuki sacándole el aire

—¡Kacchan!

Katsuki jadeó tras el golpe en el estómago, se dobló por el dolor, pero no se dejaría vencer, retrocedió unos pasos, buscando ganar tiempo en lo que recuperaba el aire sin quitar su mirada del hombre frente a él que sonreía con burla.

—Vamos, Bakugo. ¿Es todo lo que tienes? — Kai lo provocó, avanzando lentamente hacia él — Pensé que serías más difícil de derrotar

Katsuki observó rápidamente Izuku quien se veía asustado por el golpe que recibió, intentaba con desesperación romper las ataduras sin éxito

—No te preocupes, Izuku — hablo Katsuki, volvio a levantar la guardia — Este idiota no tiene idea de lo que le espera.

Kai se lanzó hacia Katsuki y una pelea muy cerrada de golpes comenzó de nuevo, en un descuido de Kai, Bakugo logró conectar su puño con la mandíbula de Chizaki haciendo que trastabillara, movimiento que aprovechó Katsuki para girar sobre sus talones y darle una fuerte patada en las costillas a su oponente.

Kai escupió la sangre, por la fuerza del impacto había sentido como se rompieron algunas costillas, viendo la debilidad de su oponente Katsuki se lanzó de lleno nuevamente, Kai ya no estaba coordinado muy bien sus movimiento.

El fuerte estruendo que se escuchó llamó la atención de los tres, el sonido de los disparos se escuchaba, Katsuki por su parte sonrió, los refuerzos habían llegado.

—¿Qué demonios? — preguntó con ira

—Mis refuerzos llegaron, bastardo — la sonrisa de Katsuki se ensanchó, a pesar de los moretones, algunas lesiones y el dolor estaba satisfecho —Esto se acabó, Chizaki —gruñó Katsuki mientras avanzaba

—¡No...! ¡No me rendiré! —Kai intentó levantarse, atacar, pero Katsuki con fuerza renovada por el hecho de que sus amigos llegaran le dio otra patada que lo mando al suelo, y comenzó a patearlo, cuando estaba seminconsciente, sacó su arma

—Te lo advertí —hablo Katsuki con una sonrisa de satisfacción, observó los ojos desorbitados de Kai — Izuku no es tuyo, nunca lo fue, y jamás lo será. — y con esas últimas palabras apretó el gatillo

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