❲ riwoong ❳ HANDS 𓄹 예쁜 손

nueve

-Tienes que decirme si duele, ¿Sí?- Le dice Jiwoong, acomodándose frente a él. Ricky asiente una y otra vez.

-Hazlo rápido, hyung. Pueden llegar mis padres en cualquier momento y la puerta está sin llave- Jiwoong cerró los ojos suspirando. Por alguna razón eso le excitaba más. Pensar que alguien podría entrar y verlos (incluso si realmente odiaría eso), le hacía calentar demasiado.

Se acomodó en la entrada del menor, mojó un poco su miembro con saliva, y poco a poco lo metió dentro de Ricky.

-Ah~ h- hyungie... woongie hyung, s- se siente.. bien- El menor gemía incontrolable, Jiwoong rió viendo que apenas había metido la mitad.

Embistió de golpe contra el culo del menor, chocando su pelvis contra este y causándole un gemido tan fuerte que Jiwoong temió que sus padres escucharan desde su casa.

Lo besó para callarlo y comenzó a moverse lentamente, sin darle tiempo a Ricky de ajustarse a su tamaño. Las manos de Jiwoong pasaron por detrás de las piernas del menor, elevandolas y dándole una mejor posición para llegar más profundo.

El sonido de sus pieles chocar y los gemidos ahogados de Ricky llenaban la habitación. Jiwoong estaba totalmente extasiado.

En realidad no creía que estuviera haciendo eso en ese momento, cuando en realidad debía estar en una cita con una chica. Pero bueno, era estar en una aburrida cita a ciegas (que por cierto, olvidó avisar que no iría), o follarse a su amor platónico el cual jamás creyó que podría tocar por tener la imagen de 'hermano mayor'

Supo que después de eso comenzarían a pasar más cosas. Pensó que tal vez Ricky ni siquiera se sentía de esa manera con él, que tal vez solo era un adolescente hormonal, lo cual le entristeció un poco. Sus pensamientos le estaban ahogando, así que decidió desquitarlos embistiendo aún más profundo a Ricky, separándose de sus labios para escuchar sus gemidos.

Ya no le importaba que toda la cuadra los escuchara. Él quería no pensar más, y qué mejor que escuchar al más pequeño gemir fuerte su nombre para olvidar todo, ¿No?

Cuando Jiwoong se cansó un poco decidió cambiar posiciones, esta vez con Ricky sobre él. El cuerpo blanco y delgado del menor lo calentó a sobremanera, y cuando este comenzó a saltar sobre su gran polla no pudo evitar gemir ronco y fuerte. Ricky saltaba sin parar, casi como si no estuviera cansado. Tomó las manos de su hyung y las entrelazó, moviendo sus caderas de adelante hacia atrás.

Sentía como Jiwoong se contraía dentro de él y luego volvió a saltar. Tomó la mano derecha de su hyung y la puso en su cuello.

Jiwoong decidió ejercer una leve presión, casi como testeando el terreno. Cuando vio a Ricky gemir con los ojos cerrados, decidió hacerlo más fuerte, esta vez embistiendo hacia arriba mientras el menor saltaba. La mano izquierda de Jiwoong fue hacia el pene del más pequeño y la movió una y otra vez de manera desordenada para masturbarlo y crear más placer.

No creía poder aguantar mucho más con aquella vista, y cuando Ricky arqueó la espalda tuvo que contenerse un poco.

Aunque eso no duró mucho, puesto con ambas manos tomó las caderas contrarias y lo levantó, acomodándose para embestir hacia arriba una y otra vez con rapidez y fuerza. Los gemidos de Ricky no se detenían, y poco después de eso, Jiwoong terminó dentro de él.

El mayor detuvo sus movimientos, pero Ricky continuó saltando, buscando su propia liberación. Jiwoong gemía más agudo al sentir la sobrestimulación, intentando ayudar con su mano torpe a que Ricky acabara.

Justo unos segundos después, sintió como su abdomen se llenaba de semen, con un pequeño y cansado Ricky moviendo sus caderas de a poco. Jiwoong gimió despacio al levantarlo y acomodarlo a su lado.

-hyung.

-¿Sí?- Respondió el mayor, despreocupado y jugando con sus manos. Mantenía los ojos cerrados y su respiración irregular.

-Al final no fuiste a la cita- Rió el menor.

-Cállate. Tenemos que limpiarnos antes de que lleguen tus padres.

Y, con solo decir eso, Ricky se levantó feliz hacia el baño de su habitación. Jiwoong lo siguió detrás, y ambos se bañaron juntos entre besitos y caricias, para luego ponerse pijama y dormir en la cama del pelinegro.

Jiwoong agradecía ser su mejor amigo y vecino, porque no había nada raro con que se quedaran a dormir juntos, así podía disfrutar de aquella mamada mañanera que Ricky le dio, y nadie sospecharía nada de nada.

Fin!