Día 18: El dolor corre por mis venas

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Querido diario,

Escucha lo que la sombra de mi subconsciente me susurra cada noche:

Carlos me pidió no vernos durante los siguientes días al fatídico suceso. Y así, esta decisión, me ha hecho la mujer más desafortunada del mundo.

La corona de oro con la que un día me hizo sentir una reina se ha transformado en una corona de espinas que me hace sangrar en mis delirios nocturnos.

Paso los días y las noches en vela, esperando su perdón.

Lloro, solamente lloro, porque fui, y soy una cobarde que no es capaz de asumir su error.

Apago mis lágrimas en las brasas de tus hojas.

Querido Diario incautadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora