La reunión con el sello discográfico fue tan agotadora como Dei V había anticipado. Estuvo horas revisando contratos, aclarando malentendidos y asegurándose de que todo estuviera en orden para el lanzamiento de su próximo álbum. Aunque al final del día lograron resolver los problemas, el precio fue un agotamiento mental que pesaba en sus hombros.
Dei llegó a su apartamento, tirando las llaves sobre la mesa y dejándose caer en el sofá. Su mente estaba llena de pensamientos sobre Sara, y sobre la conversación que habían tenido en el campo. Sabía que ella tenía razón, pero encontrar el equilibrio entre su carrera y su vida personal parecía cada vez más difícil.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de enviarla un mensaje para disculparse nuevamente, su teléfono sonó. Esta vez era un número desconocido. Con un suspiro, respondió.
—¿Diga?
—Dei, soy Jorge, uno de tus seguidores más fieles —dijo una voz al otro lado de la línea, con un tono que parecía demasiado entusiasta—. Solo quería decirte que soy un gran fan de tu música, y que sé que últimamente has estado saliendo con alguien… ¿Sara, no?
Dei se tensó de inmediato. ¿Cómo había conseguido ese tipo su número? Y, peor aún, ¿cómo sabía sobre Sara?
—Lo siento, pero no sé quién eres ni cómo obtuviste mi número. No deberías saber nada sobre mi vida personal —respondió Dei, su voz firme pero controlada.
—Oh, vamos, Dei. Sabes cómo funciona esto. Eres una figura pública, y a la gente le interesa todo sobre ti. Solo quería desearte suerte con Sara, aunque me pregunto cuánto durará antes de que tus caminos tan diferentes los separen…
La voz de Jorge se desvaneció en una risa antes de colgar abruptamente. Dei se quedó sosteniendo el teléfono, su corazón latiendo con fuerza. La llamada había dejado un sabor amargo, y un miedo creciente se instaló en su pecho. ¿Qué tan expuestos estaban él y Sara? ¿Y qué más podría saber este fan obsesivo?
Dei inmediatamente marcó el número de Alex, su mánager.
—Alex, tenemos un problema —dijo sin preámbulos cuando su amigo respondió—. Un tipo, un fan, me acaba de llamar. Sabe sobre Sara, sobre nosotros. Y parece que está siguiendo nuestra relación de cerca.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que Alex respondiera.
—¿Estás seguro? Porque si es así, esto podría volverse peligroso. Tal vez deberíamos involucrar a la seguridad o incluso a la policía si es necesario.
—No lo sé, pero quiero tomar precauciones. No quiero que Sara esté en peligro por mi culpa. —Dei pasó una mano por su cabello, sintiendo la creciente ansiedad.
—Voy a encargarme de esto —dijo Alex, su voz tranquila pero decidida—. Haré algunas llamadas y veré qué podemos hacer para proteger tu privacidad. Y, Dei, tal vez deberías hablar con Sara sobre esto, para que esté al tanto.
—Gracias, Alex. Lo haré.
Después de colgar, Dei se quedó un momento en silencio, tratando de calmarse. Sabía que tenía que contarle a Sara lo que había pasado, pero también sabía que esto podría poner más presión sobre su relación, justo cuando ambos intentaban encontrar un equilibrio.
Finalmente, decidió llamarla. Sara respondió al segundo tono.
—Hola, Dei —dijo ella, su voz reconfortante al otro lado—. ¿Todo bien?
—Hola, Sara. Necesito hablar contigo sobre algo… algo serio —empezó, sintiendo cómo las palabras le pesaban en la boca—. Recibí una llamada hoy, de un fan. Parece que sabe sobre nosotros, más de lo que debería.
Hubo un silencio breve antes de que Sara respondiera.
—¿Cómo es posible? Pensé que habíamos sido discretos.
—Yo también lo pensé, pero parece que alguien nos ha estado siguiendo más de cerca de lo que imaginábamos. Estoy preocupado por tu seguridad, Sara. No sé quién es este tipo ni qué podría querer.
—Eso suena… preocupante —admitió ella, su tono mostrando más sorpresa que miedo—. Pero no quiero que esto nos asuste. Podemos manejarlo, Dei. Solo tenemos que ser más cuidadosos.
—Tienes razón, pero quiero que sepas que haré todo lo posible para mantenerte a salvo. No voy a dejar que nadie te haga daño.
—Confío en ti —respondió Sara, su voz suave y tranquilizadora—. No te preocupes. Estoy bien, y lo resolveremos juntos.
Hablar con Sara ayudó a calmar las ansiedades de Dei, pero sabía que esto era solo el principio. Si su relación se hacía pública, estarían bajo la lupa, y la presión podría aumentar en formas que no podían prever. Tenía que proteger no solo su vida privada, sino también el vínculo especial que estaba construyendo con Sara.
Esa noche, Dei no pudo dormir bien. Las palabras del fan obsesivo resonaban en su mente, mezcladas con la preocupación por lo que el futuro les deparaba. Sabía que había tomado la decisión correcta al contarle a Sara, pero también sabía que este desafío sería uno de los más grandes que enfrentarían juntos.
A la mañana siguiente, se despertó con una nueva determinación. Si quería que su relación con Sara funcionara, tendría que enfrentar este nuevo obstáculo de frente. No solo para proteger a Sara, sino también para proteger lo que habían comenzado a construir juntos, contra viento y marea.