Los días, semanas y meses pasaron, y la relación entre João Felix y João Cancelo se fortaleció aún más. Felix prácticamente se mudó al apartamento de Cancelo, creando así un pequeño hogar entre ellos. Eso sí, teniendo cuidado de la prensa y de comentarios maliciosos hacia ellos.Los fines de semana se volvieron sagrados para ellos, dedicados a disfrutar del tiempo juntos y por supuesto cuando la hija de Cancelo venia de visita. La pequeña estaba encantada con la presencia del portugues menor, incluso le llegaba a llamar "papá".
Un sábado Cancelo decidió salir en la mañana por cuestiones de trabajo, tenía que ir a grabar algunos comerciales con Adidas. Ni el sabia cuanto tiempo iba a demorar, entonces dejo al menor con la niña.
( ♡ )
— He llegado... — Dijo entrando al apartamento y se sorprendió al ver el lindo escenario y un tanto caótico del desorden que estaba viendo en la sala de estar.
Vio una gran cantidad (una gran cantidad considerable) de juguetes tirados en el piso por toda la sala y no solo juegues de su hija, incluso juguetes que tenia floki.
Le daba bastante risa, pero risa no le iba dar cuando tuviera que recoger todo el desorden.
Cancelo se acercó al sillón donde se encontraba un João Félix dormido y encima de él estaba su hija también dormida. Ah, y floki estaba enroscado como una rosquilla durmiendo encima de los pies de Félix.
Le dio tanta gracia y ternura que tuvo que hacer una respectiva sesión de fotos, no le importaba si su celular se quedaba sin espacio.
Después de un tiempo decidió por llevar a la pequeña a su habitación — Ven mi corazón — la llevo en sus brazos hasta llevarla a su respectiva cama.
Cuando regreso a la sala le tomo algunas fotos chistosas a João. Ya sabía con qué lo iba a molestar más tarde.
Y bueno... que Cancelo tenia que recoger todo el desorden, pero eso jamas sería un problema para él.