Capitulo 1

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EL PRIMER día de clases siempre tenía una energía particular, pero este año se sentía diferente. El rumor de un nuevo estudiante había corrido por la escuela como pólvora, y no era cualquier estudiante; todos hablaban de Jungwon, el chico que había llegado de otra ciudad, con su apariencia angelical y su actitud distante. Era imposible escapar de los murmullos y las miradas curiosas.

Entré al salón, saludando a mis amigos Niki y Jake, que ya estaban en sus asientos. Nos habíamos conocido en primer año y desde entonces éramos inseparables. Siempre nos apoyábamos mutuamente y no había nada que no pudiéramos discutir. Hoy, sin embargo, el tema principal era Jungwon.

-¿Lo viste? -preguntó Niki, inclinándose hacia adelante con una sonrisa traviesa-. Es como una celebridad. Todo el mundo está hablando de él.

Jake asintió, echando un vistazo hacia la puerta del aula, como si esperara que Jungwon apareciera en cualquier momento.

-Sí, pero dicen que es muy raro. No habla con nadie, solo se sienta ahí con su cara de niño bueno y no dice una palabra -añadió Jake, haciendo una mueca-. Ya me cae mal.

-Y a mí -dije, sin poder evitarlo. Solo la idea de que todo el mundo estuviera tan interesado en él me molestaba. Era ridículo, y además, no me gustaba la idea de que alguien nuevo llegara y de inmediato captara toda la atención.

Justo en ese momento, la profesora entró, y detrás de ella, Jungwon. El aula se quedó en silencio por un momento, y aunque traté de ignorarlo, no pude evitar observarlo de reojo. Parecía completamente indiferente a las miradas que lo seguían, como si estuviera acostumbrado a ser el centro de atención.

La profesora lo presentó brevemente, y después de una serie de murmullos y comentarios entre los demás estudiantes, señaló el único asiento disponible: el que estaba al lado mío. Genial.

Jungwon caminó con paso tranquilo y se sentó sin siquiera mirarme. Ya desde ese momento, me irritaba. Había algo en su forma de ser, en su falta de reacción, que me sacaba de quicio. La clase comenzó, y aunque intenté concentrarme, no podía dejar de sentir su presencia a mi lado, como si su silencio fuera una provocación en sí misma.

Al final de la clase, la profesora anunció que tendríamos que hacer un trabajo en parejas. Mi corazón se hundió cuando mencionó que, debido a la falta de alumnos, ella asignaría las parejas... y como si fuera una cruel broma del destino, me emparejó con Jungwon. Pude sentir a Niki y Jake mirándome, tratando de contener la risa.

-Buena suerte con eso -susurró Jake cuando salíamos del aula, claramente disfrutando de la situación-. Ese tipo no se ve como alguien fácil de tratar.

-No necesito suerte -respondí, cruzándome de brazos-. Solo necesitamos hacer el trabajo y listo. No tiene que ser mi amigo.

Niki asintió, pero sus ojos brillaban con diversión.

-Eso suena fácil... pero no sé. Hay algo en él que me da la impresión de que será más complicado de lo que parece.

No respondí, pero sabía que tenía razón. Mientras nos dirigíamos a la cafetería, no podía dejar de pensar en cómo iba a sobrevivir las próximas semanas trabajando con alguien a quien apenas soportaba.

A la hora del almuerzo, el tema de conversación seguía siendo Jungwon. Parecía que todos los estudiantes tenían una opinión sobre él, aunque nadie realmente lo conocía. Me molestaba que fuera el centro de atención, pero lo que más me irritaba era que, a pesar de toda la charla, Jungwon no parecía afectado en lo más mínimo.

-¿Te imaginas trabajar con él? -dijo Niki, rompiendo el hilo de mis pensamientos.

-Desafortunadamente, no tengo que imaginarlo -respondí con una sonrisa amarga-. Es mi realidad ahora.

Jake se rió y sacudió la cabeza.

-Solo asegúrate de no dejar que te vuelva loca. A veces, las personas como él, tan reservadas, terminan siendo las más difíciles de tratar.

-Créeme, lo mantendré a raya -respondí, aunque en el fondo, una pequeña parte de mí se preguntaba si sería tan sencillo como decía.

Mientras terminábamos nuestro almuerzo, no podía dejar de pensar en Jungwon. No porque me interesara, sino porque sentía que, de alguna manera, su llegada había alterado el equilibrio de todo. Y ahora, con ese proyecto en nuestras manos, me veía obligada a pasar más tiempo con él de lo que jamás hubiera querido.

Sabía que sería un desafío, pero estaba decidida a no dejar que este chico nuevo y misterioso me afectara. No tenía tiempo para distracciones, y mucho menos para alguien que, desde el principio, parecía decidido a mantenerse a distancia.

Sin embargo, mientras caminábamos de regreso a clase, no podía sacudirme la sensación de que las cosas estaban por volverse mucho más complicadas de lo que esperaba.

Your Eyes Only - Yang JungwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora