• Quédate Conmigo •// Benjcot Blackwood

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—¡¡Lord Blackwood!!

Me removí inquieta hundiendo mi rostro en la calidez con olor a bosque, los brazos de Ben se envolvieron en mi cuerpo.

—Alguien te llama...—susurró adormilada.

—ignoralos—susurró apretándose contra mi cuerpo

Los golpes en la puerta se volvieron más insistentes.

—¡lord Blackwood es una emergencia !

—Ben...

—¡maldita sea !

Bufando se incorpora con los ojos adormilados y los cabellos despeinados. Salió de la cama claramente molesto.

—más vale que sea importante —dijo cuando abrió la puerta.

El hombre se asomó un poco encontrándome.
—no hay nada que ver ahí —le advirtió antes de cerrar la puerta detrás de él.

Baje de la cama buscando mi ropa, el día estaba un poco fresco, necesitaba buscar a Lady Alynne para pedirle que trajera un maestre. Ben entra a la habitación cerrando la puerta tras de él con una expresión oscura.

—¡maldición! ¡Debieron ser lo Bracken!—pasó sus manos por su cabello.

—¿qué ha pasado?

—han incendiado uno de mis establos y varias paralelas —dijo con frustración mientras buscaba su ropa.

—¿Hay algún herido?—pregunte preocupada
—Parece que no pero han desaparecido muchos animales.

Ambos salimos con prisa después de cambiarnos, no hubo necesidad de buscar, había una gran mancha negra en todo el hermoso paisaje verde. El incendio había sido bastante grande .

—¡esos malditos !

—Lord que bueno que está aquí— dijo uno de los cuatro hombres que se acercaron—hemos encontrado un rastro del posible causante .

—hay que seguirlo de inmediato, prepara los caballos—ordenó.

—claro Lord.

— Ser Jeff quédate junto mi esposa y manda a que le traigan comida—le ordenó al joven antes de mirarme —volveré más tarde, Ser Jeff está a tu disposición.

¿Esposa? ¿Cuando me lo había pedido? Fruncí el ceño pero no pelearía, ahora había problemas más urgentes.

—Ben yo puedo ayudar...

—no, necesito que te quedes aquí, para que estés a salvo tú y nuestro hijo.

Me beso acariciando mi plano vientre, dejándome no solo a mí en shock si no a todos los presentes que nos miraban con curiosidad y sorpresa.

—Vamos Princesa , pediré que le pongan la comida en el jardín, cerca del lago—me indicó el camino con amabilidad —estoy seguro que le encantará

—cuídate Ben—susurre .

—no te preocupes por mi bonita —me sonrió antes de irse.

Ben no había mentido cuando dijo que las villas Blackwood eran preciosas, llenas de bosques y pequeños animalitos .

—nunca había visto tantos conejos —sonreí sosteniendo a uno—además son tan confiados

—es por que Lord Blackwood les cuida