Advertencia: Lenguaje. Y la lectora se va a llamar Jennifer.
Edades: Ambos tienen 16 años.
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✨Jennie's POV:✨
Era un Jueves por la tarde, eran como las seis de la tarde y estaba hablando con Damián por teléfono.
Le estaba contando por teléfono como mi tía Lucia le habían puesto los cuernos, y aunque no lo parezca, a Damián le gusta el chisme.
— Y al final mi tía le pegó una cachetada a el desgraciado y se fue corriendo el cobarde.— le conté detalladamente a Damián.
—El muy idiota del ex de tu tía se lo merecía.— dijo riéndose.
—Y lo más gracioso fue cuando mi le dijo...— no puede terminar de hablar ya que bajando las escaleras, pise mal y me caí.
Lo único que hice fue gritar del dolor, parece que me rompí una pierna.
—¡Jenniefer estás bien!— preguntó Damián por la otra línea preocupado.
—Creo que me lesioné la pierna izquierda.— hice una pausa. —Voy a llamar a mi tío Pedro que es doctor para que me vea. Tú cálmate.—
—¡Como quieres que no me preocupe, literalmente te pudiste fracturar la pierna.— dijo el alarmado.
—Tranquilo, Cariño de seguro no es nada.—
⏰Unas horas más tarde ⏰
Estaba en una camilla de hospital, con una pierna enyesada.
Al pareces al caerme me hice una fractura, y es algo grave.
Estaba con mi mamá, mi abuelita y mi tía, y la más preocupada por mi era mi tía Luisa. Creo que se nota mucho, pero soy la típica "Niña de tía."
Mi padre falleció cuando tenía siete años, y desde ahí vivo con mis abuelitos, mis tíos, mi prima y mi mamá.
Mi madre por temas de trabajo tenía que viajar mucho por trabajo, así que me crié con mi tía Luisa y mis abuelitos. Por eso siento una conexión más fuerte con mi tía.
Habían dos cosas que en estos momentos me preocupaban.
Primero: Damián. No le quería avisar que estaba en el hospital, porque iba a detener su guardia por Gotham, y él cruzaría cielo, mar y tierra para verme.
Segundo: Mi familia. Cada que me enfermaba o me pasaba algo, toda mi familia, TODA, va a mi casa y al final hay como 57 personas en mi casa solo por que me pasó algo.
Estábamos en la habitación con mi tía porque mi mamá y abuelita fueron a comprar comida, cuando siento un portazo era ¿Damián? Que hacía aquí, yo no le había avisado.
—¡Jennifer! ¿Que te pasó? Por qué tienes una pierna enyesada?— preguntó el.
—Hola Damián.— dijo mi tía sarcásticamente.
—Hola Lucia.— respondió desesperado. (Damián llamaba a mi tía por su nombre porque ella tiene 26 años)
—¿Cómo mierda sabías que estaba en este hospital y el numero de la habitación?— le pregunté mirándolo sería.
—Niña, vocabulario mijita.— dijo mi tia regañándome.
— Tu prima, Vanessa me avisó por tu teléfono.— dijo el tranquilo.
—Maldita traidora.— murmure para que no me escucharan.
—Bueno niños, yo los dejo solos, si necesitas algo voy a estar en la sala de espera.— dijo mi tía mientras se iba.
—Tienes que preocuparte por tu salud y por tu cuerpo, amada.—me mencionó preocupado.
—Amor, Te prometo que de ahora en adelante voy a tener más cuidado con esas cosas cariño.— le dije para tratar de tranquilizarlo.
—Te amo, amada mía,— dijo intentando acercarse para darme un beso.
—Yo también te amo mucho idiota.— le dije mientras que con mis manos agarre su corbata para atraerlo a mí para que uniéramos nuestros labios en un lindo y tierno beso.
...
Lo que no sabíamos es que toda mi familia estaba afuera de la habitación viéndonos y escuchando toda la corta conversa que tuvimos.
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