Futaro Uesugi, un pendejo princeso que por una apuesta, tendrá que hacerse cargo de sus hijas al dejar embarazadas a las hermanas Nakano. . . jaja que pendejo🗣️🔥.
Los personajes no me pertenecen, todo a su respectivo autor. . . piche Negi porque n...
Asistente: En la parte donde Futaro iba ir al cuarto de Ichika-mirando algunos papeles- estas lista?
Autora: Si estoy muy lista después de traumarme con esos fanfics que enserio fue terrible-haciéndose bolita-¡¡ay por dios tengo miedo!!-completamente asustada-
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Paso exactamente 15 minutos donde Futaro se encontraba parado ya se preparaba a lo que pediría Ichika que seguro solo fuese Ordenar su cuarto y hacer su tarea(Hay pero pobre inocencia del prota lo que le espera)
Así que nuestro protagonista ya está parado frente a la puerta que da al cuarto de la hermana mayor. Gira la manija y, bueno, se encuentra con algo que no esperaba en absoluto.
Ahí estaba Ichika, sentada en el centro de la cama, con las piernas dobladas bajo su cuerpo. Estaba levantando los brazos, y lo único que cubría su cuerpo era una blusa blanca que solo cubría su pecho, dejando expuesta la parte inferior.
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(Autora: Tipo así pero más corto, usen su imaginación)
Fuutarou, al ver a Ichika, solo pudo ponerse rojo de la vergüenza, cosa que Ichika buscaba para aprovechar la oportunidad.
Ichika: Ara ara, Fuutarou-kun, ¿te gusta ver a tu Onee-sama con poca ropa? -preguntó coquetamente.
Fuutarou: N-no me gusta... -dijo mientras se cubría los ojos con las manos para no ver más.
(Autora: ¡Vaya! Qué princeso nos tocó como protagonista, pero eso desaparecerá en unos capítulos... o tal vez nunca, jaja).
Ichika, al ver la reacción de Fuutarou, se molestó un poco, pero lo disimuló muy bien.
Ichika: Fuutarou-kun, recuerda que debes obedecerme durante la siguiente hora, así que como primer mandato te pido que me mires fijamente.
Fuutarou se negó rotundamente, lo que hizo que Ichika se enfadara. ¿Cómo es que este tonto actuaba así? ¿Sería gay?
Ichika: Ya fue suficiente. -dijo mientras agarraba la camisa del chico.
Rápidamente, Ichika lo estampó contra la cama. Sí que tenía fuerza, la Judas. Ya en esa posición, Fuutarou miró con miedo a Ichika, quien estaba ahora encima de él.
