Capitulo 2

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Emma.

—¡Emma despierta! — me grita alguien pero lo manoteo. —¡Joder Emma vamos tarde!

Abro mis ojos con dificultad.

— ¿Qué ocurre? — quito la baba de mi mejilla, él me ve con una mueca.

—¿Acaso no recuerdas que debíamos ir al asilo de ancianos? — abro mis ojos de más antes de golpear mi rostro.

Me levanto corriendo y es donde me doy cuenta que solo llevo ropa interior. Volteo y Christopher tiene la cara como tomate. Río corriendo al baño bajando la camisa intentando cubrirme.

— ¡Mierda Emma! — lo escucho gritar.

Me ducho rápidamente salgo casi corriendo de casa, pero en el camino veo cómo Christopher mantiene su distancia.

— ¿Aun sigues afectado por lo de la mañana?— preguntó inclinándome para verlo — Solo son pantis, me has visto en traje de baño...

— No es lo mismo — frunzo el ceño .

Claro que es lo mismo solo que él parece ser un santo.

Ambos estamos apunto de entrar a la universidad el próximo año, aunque se que su deseo es ir a Harvard yo sé que no puedo aspirar a algo tan grande como él, Dios no solo ha sido bondadoso con darle su belleza, sino que también le ha brindado inteligencia al contrario de mi. Yo ni siquiera sé qué quiero estudiar, mi padre me ha dicho que me tome un año para decidir pero me siento tonta porque varios de mis compañeros están muy seguros de lo que quieren y yo simplemente me siento perdida.

Además de eso es que sé qué una vez entremos a la universidad ya no nos veremos como hasta ahora y eso es algo que está comenzando a preocuparme. Como es que todo avanza y aunque deseo que mi camino esté en el suyo simplemente está siendo inevitable, solo deseo ser joven por un poco más de tiempo. Aún no quiero tener que aceptar y vivir una vida de adulto.

Porqué probablemente en esa vida de adulto, él no esté.

— ¿Qué piensas hacer luego de que entres a la universidad?— preguntó

— Ir

— No me digas..

Lo veo medio sonreír.

— No lo sé. Ni siquiera sé si me aceptarán — dice algo desanimado.

— Pues serían unos imbeciles, eres la persona más inteligente que conozco — le digo intentando animarlo.

— Pues eso es correcto tomando en cuenta que todos tus demás amigos son unos idiotas — me dice y golpeó su brazo.

— Entrarás, estoy muy segura. Hay que manifestar — cruzó mis dedos.

— ¿Y tú? ¿Ha que universidad deseas ir? — pregunta. Me encojo de hombros — Muchas universidades ya empezaron con sus inscripciones

Lo sé, me estoy quedando sin tiempo. Creo que tendré que hacerle caso a papá y tomarme un año sabático.

— Creo que me tomaré un año sabático — digo y él frunce el ceño.

Agacho mi rostro viendo mis zapatos.

—¿Y qué harás mientras tanto? — pregunta ladeando su rostro para verme.

— Ayudaré a mi padre con el segundo restaurante — le digo.

Mi padre está más ajetreado que nunca ya que está por abrir su segundo restaurante en el centro de la ciudad ya que nos encontrábamos más en la costa.

— Está bien, así que seguirás acá. Entonces prometo venir siempre que pueda — me dice y sonrió.

— Prométeme que no te olvidaras de mi aún así te encutres al otro lado del mundo — estiro mi mano levantando el meñique.

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