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CAPÍTULO TRES dile al dj que se ponga una de héctor lavoé
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🌎 HOUSTON, TEXAS 📆 JUNIO 24, 2024 📍ESTADIO NRG
OH GLORIA INMARCESIBLE.
—¿Qué te pasa?
—Tengo culo de calor.
—Hasta aquí te siento el grajo.
—Gracias. Esa era la intención. —sonreí, y voltee a la vista de nuevo a la cancha frente mío.
Katrina habló. Poco respeto por el himno de nuestra parte: —¿A quién miras? ¿Al tuyo?
—¿Cuál es el mío? —me incliné un poco hacia ella, hasta caer en cuenta a lo que se refería. —Oye tú no eres más corroncha porque no puedes, ¿Ah?
Shhh.
La atmósfera era una cosa loca. Como la canción.
No había visto nada de los partidos amistosos, escuché de los cinco goles a Estados Unidos pero ni eso. Aunque, siendo sincera, ver el mar tan grande de camisetas me hacía tener un poco de esperanza.
Pero bueno, veremos.
Después de ser calladas por el Mane, y que las mujeres de los futbolistas nos preguntaran quienes éramos, Katrina y yo nos sentamos a ver el partido.
—¿Bueno y la barra? ¿Dónde está la barra? —habló el guajiro, mi mirada posándose rápidamente en la enorme bandera que no tengo ni puta idea de donde se sacó. —¡Pilas!
Qué barras se supone que hay.
¿Este es el glorioso Junior qué viajó a Medallo y salió campeón...?
—Nena para eso que vuelvan a la época donde ponían Marta Llega.
Lo que acompañó las cornetas y voces siendo el ruido de mi estómago que estaba bastante consiente de que lo único dentro de él era un banano, que logré medio-coger por el afán que llevábamos de que íbamos a llegar tarde.
