Eddie está harto de que su tío Se involucre en su vida amorosa.
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-Hoy llegaré temprano. —Habló Wayne mientras quebraba un huevo contra la sartén caliente.
-Entonces llegaré temprano también. ¿Quieres que terminemos la película de ayer? —Sonrió su sobrino.
-Claro que si... ¿Te conté que Tn está ayudándome en el taller? —Eddie borró la sonrisa de su cara, cambiándola por un par de ojos blancos. Amaba a su tío, pero odiaba que intentara juntarlo con cualquier chica de su edad que se le cruzara.
-Dios mio, no otra vez. ¿Quieres que duerma de nuevo en prisión?
-En primera, Kylie no parecía de 14, y en segunda, esta chica es muy especial. La conozco desde pequeña, pero hasta hace poco pensé en tú y ella...
-No, no, no. Nada de yo y ella. —El rizado negó repetidas veces poniendo platos para él y su tío sobre la mesa.
-Dale una oportunidad, amigo. Ni siquiera la conoces.
-Ni lo haré. —Habló está serio. —Enserio, Wayne... Gracias, pero no quiero una novia ahora.
-De acuerdo, hijo. Pararé. —Alzó sus manos soltando una sutil carcajada.
Cuando ambos hombres terminaron su desayuno, procedieron a ir a sus debidos deberes. Wayne al trabajo y Eddie a la escuela.
…
-¿Qué preferirían, comer pollo sabor a vómito o vómito sabor a pollo? —Dustin hizo una pregunta estúpida, pero obtuvo la atención de todo el grupo.
-El vómito sabor pollo. —Dijo Mike sin dudar.
-Qué respuesta tan más predecible e idiota, Wheeler. —Añadió Eddie.
-¿Por qué?
-Digo, el vómito se siente como vómito. Yo eligo el pollo sabor vómito, pero, lo como sin respirar. —Munson sonrió orgulloso ante su "lista" respuesta. —Ah, mierda. El broche de mi mochila de abrió. —Se quejó este cerrando de vuelta el adorno de Metallica que colgaba en su mochila.
-O-oh, diablos, Eddie. —Jack tartamudeó mirando a espaldas del rizado.
Sin entender, Eddie llevó su vista a donde todo su grupo veía, y... Mierda. Sin querer, la punta de su broche abierto había rayado el auto de Aaron Dunne, un cabeza hueca del equipo de baloncesto...
-Oh... —Sin saber qué hacer se quedó mirando perplejo el gran rayón que llevaba haciendo desde hace varios minutos.
-¿Tú hiciste eso, Munson? —El propietario del auto apareció detrás del mencionado señalando con furia la marca en su automóvil rojo.
