Capitulo 11
Tenían que cerrar todo y esperar. O abrirlo todo y salir, enfrentando lo que sea que había del otro lado e intentar volver a la calle que los llevaría al automóvil. No había más allá de esas dos opciones y tomar una cuánto antes, era ahorrar tiempo y resultados catastróficos.
Becky se alejó de la puerta y se adentró a la cocina. Buscó más cuchillos y los arrojó sobre la mesa con rapidez, indiferente ante el sonido que ocasionaban al caer o ser chocados entre ellos. Mientras Billy la observaba, escuchaba la conversación emocionada que Freen tenía con Mon desde las escaleras y evitó entrometerse, solo para continuar escuchando la felicidad en los sollozos de su esposa.
- Asegura la ventana grande- le ordenó a su compañero y él la detalló tomar dos ollas grandes y unos envases de aceite, antes de alejarse y obedecerle. Cuando se acercó a encender las hornallas, se detuvo un momento a observar por la pequeña ventana que daba hacia el otro lado. Agudizó la mirada y se acercó más al cristal, al notar cómo algunas copas de árboles flameaban y sin la presencia del viento. Sintió como sus latidos aumentaron, porque en efecto algo o alguien las había seguido y ahora estaba afuera, dejándolos indefensos allí dentro y sin saber de qué o quiénes se trataban. Cuando oyó a Billy hablar con Charlotte y Logan, Becky volteó apenas y lo observó por sobre su hombro, antes de regresar su mirada al frente. Su corazón pareció explotar de terror cuándo alguien con una máscara macabra y su cabeza ladeada, la miraba burlonamente desde el otro lado. Tropezó aún por el temblor miedoso y cayó de manera estrepitosa, luego de chocar la mesa y escuchar varios cubiertos caer o golpearle alguna parte de su cuerpo.
- ¿Becky? - se acercó Billy y ayudándola a ponerse de pie - Becky- insistió en una pequeña sacudida cuando ella no respondía - ¿estás bien? - con las manos de su compañero en sus brazos y llamando su atención, la castaña le dedicó otra mirada a la ventana y negó ligeramente, cuando la descubrió sola otra vez - ¿qué sucede?
- Tenemos que irnos de aquí
- ¿A dónde? - le preguntó él cuando se separó y abrió la heladera, tomando decenas de cosas y retirándolas sin cuidado.
- A donde sea. Pero tenemos que irnos... ¡Freen! ¡Mon! - vociferó en su búsqueda y solo bastaron unos segundos para tenerlas junto a ella - deben comer algo- les dijo, llenando dos bowls con leche y abriendo un paquete de cereal luego - coman. Ya no hay carne- agregó arrastrando una silla para cada una y palmeándolas suavemente para que entendieran su urgir porque la obedecieran - ustedes también- terminó señalando a Charlotte y Logan, pero el momento servicial no se repitió y, por el contrario, le dio un golpeteo al pecho de Billy y con una señal le pidió que lo siguiera.
- Becky- la llamó Freen y ella se detuvo, manteniéndose de espalda a la castaña y esperando porque hablara - ¿estás bien? ¿por qué no nos acompañan?
- Enseguida regresamos- fue lo único que dijo y se perdió escaleras arriba, junto a su compañero - ¿qué tenemos aquí? - le preguntó al llegar a una habitación y cerrando las cortinas. Cada abertura de la casa se aseguraba por la tarde, mucho antes de que el sol bajara, pero las cortinas solían quedar abiertas hasta la noche, aprovechando los últimos rayos de luz.
- ¿De armas? - ella asintió - una escopeta y podríamos proyectar unos cuatro tiros de 10 cada uno. Dos pistolas y tres cartuchos, 45 balas. Las municiones se han agotado
- Bien, llevaremos cuchillos y la casa debe tener alguna hacha o armamento de caza
- En el ático, quizá y... ¿pero puedes decirme qué pasa? - insistió él cuando Becky pasó a su lado e inspeccionaba el techo del pasillo