003: Amistad.

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La tarde había comenzado a declinar y el orfanato se sumergía en una tranquila calma. La mayoría de los niños estaban ocupados en sus actividades, y el silencio en los pasillos ofrecía una oportunidad para reflexionar. Me encontré con Emma en la sala de lectura, hojeando un libro con una concentración que parecía desmedida.

Decidí aprovechar el momento para acercarme. Aunque quería mantener una conversación que pareciera casual, no podía dejar de cuestionar su comportamiento reciente. Me senté en un sillón cercano, procurando no parecer demasiado intrusiva.

—Hola, Emma. —Mi voz era suave, casi amigable—. ¿Qué tal va tu lectura?

Emma levantó la vista, sonriendo con una naturalidad que me pareció un poco exagerada.

—Hola, Yumei. Va bien, gracias. Estoy revisando algunos libros antiguos. ¿Tú qué tal?

—Todo bien. —Me acomodé en el sillón, mirando los libros en las estanterías mientras hablaba—. He estado pensando en cómo hemos estado organizando nuestras actividades últimamente. Parece que todos tienen algo importante que hacer.

Emma asintió, aunque su sonrisa parecía un poco forzada.

—Sí, todos tenemos tareas y responsabilidades. Es parte de mantener el orden.

—Claro, lo entiendo. —Tomé un libro al azar de la mesa y lo hojeé distraídamente—. A veces me pregunto cómo manejan todo entre ustedes. Especialmente con Ray, Norman y tú siempre ocupados con cosas que no compartís.

Emma frunció ligeramente el ceño, pero intentó mantener su tono ligero.

—Oh, nada de lo que debas preocuparte. Solo estamos asegurándonos de que todo funcione sin problemas.

—Lo sé, solo curiosidad. —Me incliné un poco hacia adelante, manteniendo un tono amistoso—. Es interesante ver cómo cada uno tiene su rol. ¿Hay algo en particular que necesitemos saber, o alguna nueva responsabilidad que se esté asignando?

Emma pareció pensar en la pregunta durante un momento, luego respondió con una risa nerviosa.

—Nada en especial. Solo estamos ajustando algunos detalles para mejorar nuestra rutina. No hay nada nuevo que deba preocuparte.

—Entiendo. —Me recosté en el sillón, tratando de disimular mi creciente inquietud—. A veces es difícil seguir todos los cambios y asegurarme de que no estoy perdiéndome de nada.

En ese momento, la puerta de la sala se abrió y Norman entró con una expresión de interés.

—¿Están ocupadas? —preguntó con una sonrisa, mirando a Emma y a mí.

Emma se levantó rápidamente, cerrando el libro y sonriendo con alivio.

—Parece que Norman tiene algo que hacer, así que creo que me voy con él.

Norman se acercó, inclinando la cabeza ligeramente hacia mí.

—Hola, Yumei. ¿Todo bien?

—Sí, todo bien —respondí, tratando de mantener mi tono casual, aunque mi mente seguía girando en torno a la conversación con Emma.

Emma se dirigió hacia Norman, y ambos comenzaron a hablar en voz baja mientras se dirigían hacia la puerta. Antes de salir, Emma se volvió hacia mí con una sonrisa amistosa.

—Nos vemos luego, Yumei. Que tengas un buen día.

La puerta se cerró detrás de ellos, dejándome sola en la sala de lectura. Sentí una mezcla de frustración y determinación. Aunque mi conversación con Emma no me había proporcionado respuestas concretas, la forma en que se fue con Norman solo intensificó mi curiosidad. ¿Qué estaba pasando entre ellos que no querían que yo supiera?

Dream || The Promised Neverland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora