6

42 7 2
                                    

El bosque ya estaba oscuro. Cada paso que daba Taehyung lo hundía más y más en la nada. No veía nada a lo lejos, solo árboles y más árboles.

Estaba perdido.

Después de la discusión con Namjoon, no quería regresar a donde se quedaba, ni mucho menos estar cerca de él. Sin pensarlo, se adentró en el bosque, justo en el mismo lugar donde Namjoon le había dicho que no fuera. Ahora sentía hambre, un poco de frío, nervios y su walkman en las manos.

- Dios santo... ¿a dónde carajos voy?

Cada palabra, cada paso que daba, era con rabia. Estaba estresado, sintiendo que cada movimiento solo lo llevaba más profundo en el bosque, sin llegar a ningún lado.

- Dios... - Se arrodilló, mirando al cielo. - Sé que no he sido el mejor... - murmuró con amargura. - Pero sal...

- ¿Qué estás haciendo?

La voz que lo interrumpió lo hizo dar un salto, casi creyó que estaba muerto.

- Me morí... San Pedro no me salvó, mamá tendrá que saberlo.

- ¿Quién es San Pedro?

Taehyung cerró más los ojos y se dejó caer sobre las hojas, abrazándose a sí mismo, negándose a creer que había ido al infierno.

- Perdón, no lo volveré a hacer, déjame ir con Dios, señor de los infiernos...

- Per...

- Entiendo... - Taehyung se levantó sin abrir los ojos, convencido de que vería la muerte de nuevo, en el ser que estaba frente a él. - Échame al fuego, no protestaré.

- Oh, ya sentiste el calor de la sopa.

- ¿Sopa...? ¿Qué?

Finalmente, Taehyung abrió los ojos, y ante él vio a un chico con cabello rojizo, ojos color avellana, labios con la forma de un corazón, con unos broches en el cabello y una sonrisa encantadora. Su ropa, algo desgastada pero limpia, combinaba con las uñas rosadas y las mejillas ligeramente sonrojadas. Era un contraste perfecto con el oscuro bosque que lo rodeaba.

- Soy... soy Taehyung.

El chico sonrió, alzó su mano y se presentó.

- Soy Hoseok.

Taehyung, aún confundido, aceptó el saludo con una lentitud casi cómica.

- ¿Estás perdido, Taehyung?

- Algo así... ¿por qué estás...?

- No te preocupes, puedes pasar la noche aquí, en el bosque.

Hoseok estaba tan animado que interrumpió a Taehyung varias veces, sin dejarlo terminar.

-¿Disculpa?

Obviamente, Taehyung no iba a pasar la noche ahí. No podía, venía de una familia japonesa respetable. Muy respetable.

- ¿Tiene algo de malo?

- No voy a dormir en el bosque.

- Está bien. - Hoseok dudó un momento antes de restarle importancia al asunto. -

Taehyung pensó que aquello había sido bastante fácil, mucho más de lo que imaginaba. Pero, ¿qué estaba haciendo él en ese maldito bosque?

- ¿Qué haces en el bosque, Hoseok?

Taehyung observaba cómo Hoseok se distraía viendo unas hojas caídas de los árboles en el suelo, antes de sentarse y admirarlas como si fuera la cosa más interesante del mundo.

- Larga historia... no te preocupes, mamá vendrá por mí pronto.

Y entonces, Hoseok le dedicó una sonrisa tan brillante que Taehyung no pudo evitar sonreír de vuelta. Por un momento, el caos del bosque desapareció, y solo quedaron ellos dos, compartiendo una quietud extraña pero reconfortante.







Perdón por no actualizar, aunque bueno, casi nadie lee la historia.
Gracias a los que la disfrutan. 💕
Nos vemos!!

Diario Y Pintura | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora