Glimmer [GL]

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La cocina era pequeña y los dos estaban uno junto al otro en la barra. El camisón de seda roja de Gu Kexin era tan ardiente como cautivador. Se movía con gracia, su expresión era amable, y su mano extendida mantenía siempre la distancia perfecta, sin tocar nunca a Jing Yuan.

Jing Yuan levantó la vista. La persona que tenía delante tenía rasgos afilados y apuestos y una expresión inocente, pero había en ella un encanto inexplicable. Tal vez fuera la suavidad natural de una mujer, pero era extraño. Había conocido a mucha gente antes, pero nunca nadie le había transmitido esa sensación.

Era novedoso, tan novedoso que no podía apartar la mirada.

El camisón de Gu Kexin tenía un escote holgado y, al extender la mano, dejaba al descubierto su delicada clavícula y su piel clara. La seda roja contra su piel era un contraste extremo de blanco y rojo, increíblemente seductor y llamativo.

De pronto, una tenue fragancia llenó el aire, emanada de Gu Kexin. El sutil perfume impregnó rápidamente toda la cocina, envolviéndola y haciéndola perdurar. La persona que estaba frente a ella lucía una sonrisa amable, sus ojos eran suaves y su mano permanecía correcta, sin ningún atisbo de impropiedad. Sin embargo, Jing Yuan dio instintivamente un paso atrás.

Fue un acto reflejo.

Al ver su reacción, Gu Kexin retiró la mano y sonrió: "De acuerdo, no te tomaré más el pelo".

"Es sólo un abrazo. Incluso te abracé esta mañana. Eres tan tacaño". Su queja medio en broma hizo que Jing Yuan se sonrojara ligeramente. De hecho, Gu Kexin la había abrazado esta mañana cuando estaba llorando desconsoladamente, y todo era gracias a ella. Si quería un abrazo reconfortante, era razonable.

Al fin y al cabo, era su problema.

El rostro de Jing Yuan mostraba un atisbo de culpabilidad. Al ver su expresión sincera, los ojos de Gu Kexin brillaron con una sonrisa. Ella se inclinó y susurró: "¿Qué pasa?"

"¿Estás loca?"

Su voz deliberadamente baja era como un murmullo, grave y magnético, que hacía cosquillas en los oídos de Jing Yuan.

Jing Yuan levantó la vista. Gu Kexin se había inclinado repentinamente hacia ella, llenando su visión con todo su rostro. Incluso podía ver con claridad sus pestañas, su frente clara, su puente nasal alto y sus profundas cuencas oculares. De cerca, sus rasgos eran aún más definidos, sobre todo sus labios, ligeramente curvados en una leve sonrisa que dejaba ver sus blancos dientes.

Verdaderamente, labios como flores de cerezo y dientes como perlas.

Su rostro lucía una sonrisa amable, pero en ese momento, a Jing Yuan le pareció agresiva. No maliciosa, pero sí abrumadora.

Jing Yuan dio otro paso atrás, con la espalda pegada a la nevera, sintiendo un escalofrío indescriptible. Gu Kexin retrocedió dos pasos y se rió: "¿Por qué te burlas tan fácilmente?".

"¿No decían en internet que habías tenido una relación antes?".

Mientras hablaba, miró la expresión de Jing Yuan, como si intentara captar un rastro de algo en su rostro habitualmente frío. Al oír la palabra "relación", la expresión de Jing Yuan se ensombreció, su rostro cayó ligeramente y bajó la cabeza, dando dos pasos hacia un lado. Dijo suavemente: "Lo siento".

"Debería volver."

Bajó la cabeza y se dio la vuelta, pero le agarraron la muñeca. Las frías yemas de sus dedos tocaron su piel, haciendo que Jing Yuan se estremeciera. La voz de Gu Kexin llegó desde atrás: "Olvidaste tu bote de té".

Le pusieron en la mano una caja de hojas de té. Gu Kexin dijo: "Disfrútalo por mí".

El bote de té en la mano de Jing Yuan parecía pesar mil kilos. Lo sostuvo en la palma y asintió.