Capítulo 1: Sombras del Pasado

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El viento invernal soplaba con fuerza a lo largo de las calles adoquinadas de Viena, arremolinando hojas secas y pequeños copos de nieve que caían de manera esporádica. La ciudad, envuelta en la grisácea penumbra de la tarde, se extendía frente a los ojos de Laura Torres como un laberinto antiguo, lleno de secretos. Las cúpulas doradas de las iglesias y los elegantes edificios barrocos formaban un paisaje tan imponente como desolador. Aquí, entre la majestuosa arquitectura y la frialdad de las miradas desconocidas, Laura sentía que había llegado al lugar correcto, al corazón del misterio que había estado persiguiendo durante meses.

Laura, una joven periodista mexicana de 28 años, tenía una habilidad especial para desenterrar lo oculto. Su trabajo en la sección de investigación la había llevado a través de continentes, desenredando las más intrincadas redes de corrupción y crimen. Su cabello castaño oscuro, enmarcado por un gorro de lana, caía en suaves ondas sobre sus hombros, mientras sus ojos, de un intenso color avellana, escudriñaban cada rincón, buscando esa pista que la llevaría al siguiente eslabón de su investigación.

Sus pasos resonaban en el pavimento mientras se dirigía hacia una pequeña cafetería en el distrito Innere Stadt, un lugar discreto que había sido mencionado en un informe que había obtenido de un contacto en Londres. La pista era vaga, pero suficiente para que Laura viajara hasta aquí: un hombre, conocido solo por el apodo "Lukas Engel", había estado en contacto con varios traficantes de armas y falsificadores, todos con conexiones internacionales. Este hombre, quienquiera que fuese, parecía ser una figura clave en una red que operaba desde las sombras de Europa, y Laura estaba decidida a descubrir su verdadera identidad.

Al llegar a la puerta de la cafetería, tomó una profunda bocanada de aire, dejando que el frío le aclarara la mente. Empujó la pesada puerta de madera, entrando en un espacio cálido y acogedor, contrastando bruscamente con el exterior. El aroma del café recién molido llenaba el aire, mezclándose con el tenue murmullo de las conversaciones en alemán. La luz era suave, filtrada por cortinas de encaje que daban al lugar un ambiente íntimo y casi nostálgico.

Laura se quitó el abrigo, revelando una bufanda de lana gris que colgaba sobre su suéter oscuro. Se acercó al mostrador, donde una barista de rostro amable la saludó con una sonrisa.

—Guten Tag, ¿qué le gustaría tomar? —preguntó la mujer en un inglés con un fuerte acento alemán.

—Un cappuccino, por favor —respondió Laura, devolviendo la sonrisa.

Mientras esperaba, dejó que sus ojos vagaran por el lugar. La clientela era variada, pero su atención se centró en un hombre sentado en la esquina más alejada, cerca de una ventana. Estaba solo, con un periódico desplegado frente a él, aunque su mirada parecía perdida en pensamientos lejanos. Su cabello, ligeramente canoso, estaba perfectamente peinado hacia atrás, y vestía un abrigo de lana oscuro que lo hacía parecer parte de la elegante decoración del lugar.

Había algo en él que capturó la atención de Laura, una presencia que no podía ignorar. Su instinto de periodista se activó, y no pudo evitar preguntarse si este hombre podría ser "Lukas Engel". Sin embargo, sabía que no podía apresurarse; debía observar y esperar.

Con su cappuccino en mano, se sentó en una mesa cercana, de espaldas a él, pero con el reflejo de la ventana ofreciendo una visión discreta. Tomó un sorbo, permitiendo que el calor del café la calmara, mientras consideraba su próximo movimiento.

Mientras tanto, en la mesa de la esquina, Hans Gruber—o Lukas Engel, como se hacía llamar ahora—mantenía una fachada de total tranquilidad. Había perfeccionado el arte de pasar desapercibido, adoptando identidades y dejando atrás rastros mínimos de su verdadera persona. La caída desde el Nakatomi Plaza había sido un punto de inflexión, un golpe que, contra todo pronóstico, había sobrevivido. Desde entonces, había aprendido a moverse con cautela, evitando lugares y personas que pudieran recordarle al hombre que había sido.

Bajo la Sombra del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora