Capítulo 16

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Camille

Al parecer estábamos en una pelea de miradas Stefan y yo, él me miraba con molestia al rehusarme a ir a la enfermería, y seguiría con la misma posición. No iba a ir a perder mi tiempo.

Ninguno de los dos planeaba ceder.

Emily y Ethan solo guardaron silencio al ver la tensión que se había formado entre los dos.

– Vamos a la enfermería. – Dijo entre dientes.

– Por enésima vez, no quiero ir.

Aun sostenía mi muñeca y me sorprendía como no apretaba o me lastimaba, si yo fuera él ya estaría doblando la muñeca por la furia que estaba sintiendo.

Y en cierto punto aceptaba que tenía razón en preocuparse. Mas no lo diría en voz alta, no iba darle el placer de darle la razón. Prefería morir antes de hacer algo así.

Hizo su cabello hacia atrás, con frustración.

– ¿Desayunaste esta mañana? – Pregunto con molestia.

Abrí los ojos de par en par ante la pregunta.

– ¡Aja! Por eso te dolía la cabeza. – Recibí la molesta mirada de Emily.

Me maldije a mis adentros al dejarme en evidencia. Me había tomado por sorpresa aquella pregunta.

– ¿Por qué no desayunaste? – Masculló la pelinegra.

– Porque... – Titubeé. – No me dio hambre.

– Vamos a la cafetería, tienes que comer. – Dijo Stefan, tironeando mi muñeca.

– Yo no quie... – Me vi interrumpida al ver como Emily se ponía de pie.

– No tienes derecho a la réplica, vamos a comer. – Encendió su teléfono, revisando la hora. – Faltan 20 minutos para el descanso, no vino el profesor así que no habrá problema si salimos antes.

– Pero yo no...

– Sin peros, señorita. – Comenzó a empujarme para que empezara a caminar. – Tienes que comer. – Repitió.

Solté un bufido al darme cuenta que esta pelea no la iba a ganar, tuve que agitar la bandera blanca y ceder.

A regañadientes, empecé a caminar detrás de Stefan, él cual en ningún momento me soltó.

Se estaba convirtiendo en algo molesto.

Salimos del aula y pude notar como varias personas o más bien, varias chicas en el camino miraban como Stefan me tenía agarrada, confundida volteé a verlo, sin entender porque las repentinas miradas.

Tal vez solo era mi imaginación o solo eran demasiado chismosas, opte por no darle importancia, poco me interesaba si me miraban o miraban a Stefan.

Abrí mi boca muy rápido.

Al entrar a la cafetería todo empeoro, las miradas de todos estaban sobre nosotros. Gire a ver a mis espaldas, creyendo que había entrado alguien más logrando captar la atención de todos, pero no era así.

Sentía las atentas miradas sobre mí, observe el agarre de Stefan e intente soltarme, no quería ser el centro de atención.

Me soltó y yo solo pude agradecer que lo hiciera, hasta que de repente entrelazo mi mano con la suya. Escuche los jadeos sorprendidos de todos y sentía como mi presión bajaba de golpe.

¿Qué le ocurría?

Podía asegurar que me encontraba pálida, odiaba ser el centro de atención.

Desde muy pequeña siempre lo fui y no era algo que me enorgullecerá decir, todo el tiempo tenia a personas sobre mí esperando que hiciera cualquier cosa perjudicial hacia mi familia o hacia mí misma.

Love Of Style ClicheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora