•𝑴𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒚 𝒎𝒊 𝒊𝒏𝒇𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐•

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              ~ • A R B O L D E  C E R E Z O •~

Anabel

— Todo de ti, me interesa muchísimo bonita. Quiero conocerte hasta lo más profundo de ti, tus miedos, tu metas, tu color favorito, tú helado favorito, que te hace feliz y que no, quiero llegan al fondo, llegar a conocer hasta lo más mínimo de ti. — sonreí con esto último, este sentimiento de seguridad volvió a mi, sentimientos se encontraron en los más profundo de mi, nuevas emociones empezaron a llegar, y de nuevo volví a sentir mi corazón cálido. Este chico me hacía sentir cálida me encantaba su compañía.
Sin dudas eran nuevos comienzos para mi.

Una enorme sonrisa se formó en mi rostro, y mis ojos fueron iluminados con la luna llena, aquella noche era perfecta, el clima era cálido, y aquella brisa alborotaba mi pelo. Mis ojos fueron directo a su rostro empezando a verlo con determinación, analizando todos sus rasgos físico.

— Que miras? — aclaró su garganta. Interrumpiendo aquel momento.

— Yo? Nada. — sonreí con timidez. Para bajar poco a poco mi mirada a sus labios, siendo vista por este quien repitió mi acción. Los dos no fuimos acercando con lentitud, para que sus labios rozaran con los míos casi uniéndolos, mis ojos se cerraron en aquel instante, remoje mis labios, y mis ojos se abrieron viendo cómo este me miraba con un inusual brillo en sus ojos mi rostro.

— Me encantas, pero no puedo besarte ahora. Primero quiero conocerte antes de conocer tus labios. — Aquella respuesta me emocionó, haciendo mi corazón acelerarse. Este sonrió y llevó su mirada a la playa.

— Cuéntame de ti. — solté de repente, haciendo que esté volteara hacia mi.

— Bueno, mi vida no es interesante, pero tengo dos hermanitas pequeñas, Soy alemán, y la razón que estoy en este país es por que aquí quiero empezar mi carrera de compositor. — sonrió achinado sus ojos. — quiero saber que haces en este país, y que te trajo aquí. — aquella pregunta me paralizo, haciendo que tragara saliva, me cuestione a mi misma si era el momento de hablar de aquel hombre que todavía me persigue y que hizo de mi vida un infierno. — si no quieres hablar de eso tranquila hermosa, no te presionaré. — hablo, sacándome de mis pensamientos, mire a este y sonreí para dirigir mi vista a la playa.

— Estoy aquí por que quise empezar mi vida desde cero, y experimentar muchísimo cosas nuevas, y sentir que es estar libre lejos de todo, con persona que no me conocen, ni que yo conozca. — sonreí melancólica, recordando cómo hace un año estaba viviendo un completo infierno.

— Eso se escuchó como un alivio para ti. — miró mis ojos en busca de respuesta.

— Por que mejor vamos por un café? — evadí aquella pregunta con rapidez, pare mi cuerpo de la arena sacudiendo mi ropa.

— Como quieras, bonita. — accedió dudoso sacudiendo su ropa.

Los dos empezamos a caminar con lentitud, disfrutado la compañía del otro, la brisa cálida golpeaba nuestro rostro, la luna llena iluminando la playa reflejando su forma en el agua, mientras que la olas golpeaban la orilla. Aquella pregunta llegó a mi con rapidez, si debía contarle aquello que viví hace un año atrás.

— En que tanto piensas? — preguntó viendo sus pies, sacándome de mis pensamientos al instante.

— Eh? en nada tranquilo, — reí nerviosa. — tienes algo en el pelo. — me acerque a este, alzando mis pies para estar a su altura, lleve mis manos a su pelo sacudiendo la arena. — listo, por que me miras así? — pregunté mirando a este.