(12/3/2017) Rusia: Moscú..
Aquel horrible sonido retumbo en mis oídos, logrando espantar mi sueño, tape mis oídos con las almohadas haciendo fuerza evitado a todas costa levantar mi cuerpo de mi cama. Me di por vencida cuando aquella alarma volvió a retumbar en toda la habitación haciéndome levatarme de la cama mientras frotaba mis ojos tratando de despertarme, estiré mi cuerpo tomando mi teléfono percatándome de la hora tirando este a un lado para salir corriendo al baño solo cepillando mis dientes y ponerme cualquier ropa que mis ojos vieran, terminado así de vestirme tome las llaves de mi casa con rapidez para salir de esta corriendo.
salí de mi cafetería favorita con un vaso exageradamente grande de café, lo mire encantada embozando una gran sonrisa, nada que un café por la mañana no arregle mi cabeza estaba sumergida en mis pensamiento que no me había dado cuenta que un chico encapuchado venía hacia mi a toda velocidad en una moto. Quise esquivar aquel choque tirándome al piso, recibiendo un gran golpe en mi hombro izquierdo, por si fuera poco todo mi café cayó encima de mi cuerpo machando mi camisa al instante, sin duda iba ser una mancha casi imposible de quitar.
Estaba dando por terminado algunos negocios pendiente, mi mirada se dirigió a mi muñeca mirando con estrés mi reloj solté un pesado respiro parando mi cuerpo del cómodo asiento en el que me encontraba. Salí sin más dejando allí a Shosin. hoy tenía mi primer día en la universidad todo era un gran dolor de cabeza. Terminar mis estudios era mi fachada perfecta para pasar desapercibido siendo como un " chico normal". Tome las llave de mi moto dirigiéndome a gran velocidad a la universidad, una vibración en mi bolsillo se hizo presente, con molestia quise tomar mi celular de mi bolsillo, no percatándome de que una chica venía hacia mi, haciendo que mi manos tomaran con fuerza el acelerador frenando de golpe.
Actualidad.
— CÁRAJO FÍJATE POR DONDE CAMINAS IDIOTA NO SABES VER EL PUTO CAMINO? — Grite enojada, viendo cómo este quitaba su casco protector dejándome ver su rostro.
— Quítate de mi maldito camino. — Soltó indiferente.
— Disculpa? Eres idiota o te haces? — pregunte indignada. — Maldito idiota mal educado, no te enseñaron modales en tu casa? Discúlpate. — Me cruce de brazo.
— Hija de perra, te daré dos malditos segundo para que te quites de mi maldito camino. — soltó apeándose de su moto y acercarse a mi enfurecido.
— Y si no quiero que? Me vas a obligar? — pregunté acercándome también a este, su mirada era intimidante, este soltó una pequeña risa seca que fue silenciada por el al instante.
— Tienes muchas agallas, ahora cállate la puta boca antes de que me agotes la maldita paciencia y no lo piense dos veces antes matarte — hablo cerca de mi rostro, en su cara no había ninguna expresión alguna. Mi mirada se dirigió a sus manos la cual se deslizaban a su bolsillo sacando una arma dejándome perpleja sin embozar ninguna palabra.
Mi pecho subía y baja con fuerza, solo quedándome en silencio como pudo hacer que me callara la boca? Solo de mirarme con esa expresión ya me estaba cagando del puto miedo, esté me miro por última vez yéndose a la dirección de su moto poniendo su casco de nuevo para irse, una ráfaga de viento hizo que mi pelo se alborotara mi mirada se fue a este quien a los segundo se perdió entre la multitud de estudiante.
me dispuse a caminar en total silencio y pensativa, realmente iba a sacar una arma? O solo fue mi imaginación? mi mente repasaba cada momento tratando de sacar esos pensamientos de mi cabeza sentí un escalofríos recorrer mi cuerpo al recordar cómo esos ojos tan frío y oscuro sin expresión alguna me miraban. Tome una gran bocanada de aire buscando alguna forma de salir de aquel momento tan sofocante en el que me encontraba. Un enorme presentimiento de inquietud llego a mi, debía de estar los más lejos de aquel muchacho, no me causaba ni un poco de buena espina estando a su lado. No se por que me sentía de esta forma yo no era la clase de chica que se dejaba intimidar por una simple mirada y el si me intimidó. Queria estar lo más lejos de ese chico me hacía sentir inquieta de alguna u otra forma, con tan solo una mirada me hacía sentir pequeña y débil ante el, me sentía como una pequeña presa la cual iban a devorar. Su aura era intimidante y desafiante. Los pensamientos inundaban mi cabeza haciéndome ver mi ropa y enojarme cada vez más, unas grande manos rodearon mis caderas haciendo que voltee abruptamente solo encontrándome con mi novio, brindándome una gran sonrisa.

ESTÁS LEYENDO
•𝑴𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒚 𝒎𝒊 𝒊𝒏𝒇𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐•
RomanceTe conocí y mi vida la volviste tuya... Kevin, el chico que tendría todo a su manos hasta que conoció Anabel, una chica que era lo opuesto a lo que el acostumbraba ver Kevin era un posesivo, agresivo, drogadicto, y tóxico ante todo, alcoholico, muj...