Capítulo 9 -El juicio-

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Al despertarme, no podía parar de pensar en la foto, en ella se podía apreciar mi torso semidesnudo acostado en la cama, del cuarto de Alex, no podía parar pensar, debió hacerla en algún momento que no recuerdo, la foto iba acompañada de un texto que ponía que si decía algo de la foto o decía que había sido sin consentimiento, se publicarían y acabarian colgadas en el instituto, el miedo se apoderó de mí.

¿Que hacía? ¿Decía la verdad y colgaban la foto o me callaba y no colgaban nada pero él salía impune?.

Me preparé, no tenía muchas ganas de ir pero tenía que hacerlo y ya vería que acaba diciendo, me puse una camisa negra, la misma que la de la fiesta encima una chaqueta de traje y un pantalón a juego negro que debido a que era del año anterior, me quedaba mas ajustado.

Mi madre optó por un moño redondo para recoger su pelo rubio teñido recientemente, una camisa blanca de cuello de pico junto a una americana negra en la parte superior y en la parte inferior una falda de tubo por encima de la rodilla del mismo color que la chaqueta junto a unos tacones negros brillantes de aguja con punta de pico.

Llamé a Marcos para decirle que estábamos listos y cuando nos dijo que ya estaba salimos a recibirle y para nuestra sorpresa allí se encontraba Marcos vestido con un traje, en la parte superior llevaba la camisa y chaqueta negras y los pantalones iban a juego del mismo tono, además de sus zapatos, lo que hacía que resaltará con su piel blanca y su pelo rubio pero sobretodo con sus ojos, no estaba solo, detrás de el se encontraba un enorme coche negro brillante con los cristales tintados, que imposibilitaban ver quién se encontraba en el interior, el coche parecía ser un Mercedes-benz debido al logo del coche, cuando el conductor bajó la ventanilla pude ver que era el padre de Marcos, Sebastian, iba a juego con el mismo traje que su hijo.

-Marcos, ¿Qué hace aquí tú padre?
-Se ha ofrecido a llevaros(dijo dedicándome una sonrisa)

Se veía tan bien en traje que simplemente me daban ganas de hacerle una foto y ponerla de fondo de pantalla. Tenía varias de él, demasiadas con tantas quedadas que se podía decir que tenía una carpeta exclusiva solo con sus fotos. Pero la mayoría eran de broma o porque el me robaba el móvil y se las hacía.

Nos montamos en el coche y fuimos rumbo al juzgado, mientras el coche se movía iban Sebastian y mi madre en los asientos delanteros y Marcos y yo en los traseros, no podía evitar mirarlo y pensar que todo saldria bien pero no sabía que estaba a punto de entrar en mi infierno personalizado, una notificación cortó mis pensamientos y un escalofrío recorrió mi cuerpo, tenía un mal presentimiento, podía saber qué era sin ver el móvil, al encenderlo y desbloquearlo lo vi.

El número me había mandado otra foto, mí respiración se cortó, mí pulso se aceleró y abrí la foto para ver el contenido, era la misma foto con un comentario distinto, -recuerda decir que fue consentido o prepararte- no pude ni apagar el móvil cuando Marcos lo tomó, y vio el contenido al verlo su cara se paralizó y aproveché para quitarle mi móvil, me miró y solo podía ver el enfado en sus ojos.

-¿Por qué no me lo dijiste?
-No sabía que me habían hecho esa foto (dije susurrando)
-Ese cabron, si se piensa que se va a salir con la suya va listo.
-¿Que pasa ahí atrás? (Dijo Sebastian mientras miraba por el espejo del coche)
-Nada...
-¿Cómo que nada? Que tienen una foto de él comprometida y quieren extorsionarlo.
-¿Qué? ¿Hijo eso es cierto?
-Sí...
-Bueno mantengamos la calma, Clara llama a tu abogada y dile lo de la foto así podrá incluirlo en el juicio.
-Está bien (dijo mientras sacaba el móvil)

Hablo con la abogada McCoy y se pusieron de acuerdo, llamaron al centro para que a la mínima que alguna foto empezase a rondar se eliminasen aunque yo sabía que si la mandaban sería imposible parar.

Al llegar al juzgado, había una gran masa de gente al parecer mi caso se había vuelto bastante famoso en donde residía.

Entramos a la sala y mientras esperábamos al juez la abogada y mi madre repasaban la estrategia, mis amigos y amigas estaban sentados en el público, y a mí derecha se encontraba él, el causante de todo ésto, Alex con una sonrisa de despreocupación que me daba demasiada rabia por detrás de mí justo estaba, Marcos y su padre, ya que Marcos era mi testigo.

Tras abrirse la puerta entro el juez a la sala y con un golpe de su mazo inicio la sesión, tras proceder a la lectura de cargos, le tocaba el turno a la abogada McCoy de exponer el caso y así lo hizo, mientras ella explicaba con detalle los hechos de esa noche lágrimas rodaban por mis mejillas y sin embargo a mí derecha, Alex se le veía tranquilo como si la victoria fuera parte asegurada para él.

Luego fue el turno de la defensa de Alex la cual alegó que yo había sido su pareja y que por ende no sé trataría más que una borrachera de chicos que acabó subida de tono y que evidentemente era correspondida ya que había una evidencia, una foto, una foto de un beso bajo la lluvia en la puerta de mi casa.

McCoy sacó a Marcos para interrogarlo, allí el dio toda la versión que él vivió sin embargo la defensa lo trató de desacreditarlo, diciendo que esa noche tomó alcohol y que no obstante él fue el encargado de propiciar la paliza que le partió la nariz, tachándolo de violento.

El juez parecía a favor nuestro, parecía entender lo sucedido y en ese momento llegó mi turno. Tenía que dar testimonio, así que como había ensayado con mi abogada salí juré solo decir la verdad y nada más que la verdad. Y así fue como empezó todo el infierno sobre mí.

Tras dar mi testimonio una lluvia de preguntas me avasalló, por parte de mi abogada y de la de defensa de Alex.

-¿Como describiría la relación con el acusado?
-¿Es cierto que los días anteriores a la fiesta estuvo mantiene una relación sentimental con mi cliente?
-¿El acusado le ofreció el vaso con la droga?
-¿Es cierto que mi cliente le acompañó hasta casa mientras llovía para que no estuviera solo?

Y entre pregunta y pregunta lo vi, y vi como su cogía su móvil y lo agitaba delante de mí, sabía que me tenía sabía que iba a ganar si yo me callaba.

-¿Su cliente? Su cliente me golpeaba día tras día porque yo supuestamente lo hacia mal según el informe de mí psicóloga, mi autoestima decayó y estuve en una depresión inmensa, su cliente me drogó y trató de abusar de mí a modo de juego y lo hubiera conseguido de no haber sido por el chico que se encuentra en esa silla (las lágrimas cayeron por mis mejillas) su cliente fue capaz de tomarme fotos estando en el estado en el que me encontraba para ahora intentar amenazarme con publicarlas, ¿le queda claro quien es su cliente?

El silencio se hizo en la sala, la cara de Alex cambió, ahora sí estaba preocupado de verdad. Yo volví a mí sitio y el juez dio dos martillazos para dar su veredicto.

-Ante las pruebas y evidencias presentadas aquí hoy declaró al acusado culpable y ha de cumplir una pena de dos años en un centro juvenil de internamiento y además una pena de 6 años en prisión. Mis condolencias a la familia de la víctima.

Tras eso Alex me miró y las lágrimas se formaron en sus ojos, yo ya no sentía nada por él solo la lastima de que fuera tan idiota como para creer que estaba bien lo que hizo.

Al volver a casa mi madre y su padre se quedaron abajo celebrando que habíamos ganado el caso pero a mí y a Marcos nos apetecía más dormir.

Así que cuando estábamos en la cama un susurro salió de su boca para decirme -te dije que saldria todo bien- una sonrisa se formó un mi y solo pude decir -gracias- para acabar rendido en su pecho mientras me envolvía con un brazo.

El Invierno Que Descubrí El Significado De Amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora