El día siguiente comenzó como los anteriores la alarma de mi sonando que tras varios intentos lograba apagar, para después ir con mi madre y prepararnos el desayuno, más tarde devolverme a mi habitación para elegir que ropa usaría mientras miraba todo lo que había en mi armario no pude evitar dirigir la mirada hacia la chaqueta de Marcos, y una sonrisa salió de mí, creo que estaba sintiendo algo por el que no podía describir con exactitud, me la puse para devolvérsela, salí de mi habitación para dirigirme al baño a arreglarme el pelo y salir por la puerta de casa, no sin antes ponerme los cascos e iniciar la play list.
Era increíble como mientras paseaba iba sintiendo el olor de la chaqueta que tanto me gustaba, el cielo estaba nublado y no se porque me había dado por escuchar musica mas tristona, mucha gente odia las nubes y el mal clima pero a mí me encanta, la lluvia y las tormentas son de las mejores cosas, la música y el clima me hacían sentir en paz, y entre medias de mí idílico paseo vi una persona delante mia, mientras me acercaba estaba escuchando una de mis canciones preferidas de pop y mientras el estribillo estaba sonando vi quién era en realidad, Alex.
-Hey Mario, ¿qué tal?
-Bien Alex, ¿tú qué tal?
-Bien, bien, me alegro mucho de que estés bien quería hablar contigo.
-¿Conmigo?
-Si
-Verás, quiero que sepas que he cambiado y que me arrepiento de lo que te hice en el pasado, te prometo que no volverá a ocurrir, lo siento.
-Alex, lo siento pero yo no puedo volver a confiar en ti después de todo lo que ha pasado entre tú y yo así que te pido por favor que me dejes. (Tras decir eso un rayo atravesó el cielo y empezó a caer del cielo una lluvia torrencial que no tenía pinta de cesar pronto.
-Toma(dijo mientras sacaba un paraguas y me lo daba)
Gracias (dije mientras abría apresuradamente el paraguas)Él se hizo a un lado y empezó a caminar bajo la lluvia y supongo que fue la culpa y la pena las que actuaron por mí pero solo pude decir
-Espera, acompañame y no te mojes anda que te vas a resfriar.
GraciasSe apresuró a meterse bajo el paraguas y debido a que era bastante pequeño lo tenía bastante pegado a mi, no pude evitar mirarlo, ver ese rostro pálido, con los labios violáceos por el frio, sus ojos marrones, su pelo que por el rato que había estado bajo la lluvia se había mojado y despeinado, alli me encontraba con que hace tiempo hubiera aprovechado para besar, a mí lado.
Nos dirigimos a clase mientras intercambiamos algunas palabras, solo saque una cosa en claro y era que estaba soltero, además de que sus gustos musicales habían mejorado.
Cuando llegue me dirigí a clase y al entrar, ni rastro de mi rubito de ojos azules, las dudas se apoderaron de mí hasta que el timbre sonó y corrí a sentarme con Lia ya que Amanda estaba sentada con mi amigo Tomás, el era un chico de pelo moreno rizado con los ojos de un color café muy oscuro, llevaba siempre gafas y era bastante callado, me caía bien porque era alguien en quien confiar.
Tras pasar media mañana mandé un mensaje a Marcos con la excusa de darle la chaqueta para saber porque no había venido, el me dijo que se encontraba mal y que no había podido ir que me quedase la chaqueta que ya se la daría más adelante.
He de reconocer que me entristecí de no poder verlo aunque me agradaba la idea de quedarme con la chaqueta por más tiempo, al salir de clases tenía allí a Álex el cual se prestó a llevarme hasta casa para después de volverse con su paraguas, y eso hicimos tras despedirme de mis amigos me fui con el rumbo hacia mi casa
Mientras íbamos notaba como si mirada se dirigía a mi, llegamos a la puerta de mi casa y cuando abrí la puerta me despedí de él, con un abrazo y mientras lo abrazaba su olor entro por mí nariz y me lleno de los buenos recuerdos a su lado y no pude evitar soltar una lágrima de dolor al ver que ya ni estábamos juntos, al separarme de él vio mi lágrima rodar por mí mejilla y la limpio con su pulgar para después quedarnos mirando el uno al otro, se veía tan atractivo, que era imposible resistirse así que sin más dilación, él plantó un beso en mis labios, el cual yo no rechacé, se qué debía hacerlo, debí impedirlo pero en ese momento mientras el sonido de la lluvia era lo único que se escuchaba podía sentir el frió de la gotas cayendo por su cara mientas sentía el calor que transmitían sus labios y como mi corazón se aceleraba.
Se separó y se despidió para dar media vuelta y alejarse lentamente por el camino y allí me quedé plantado sin saber qué hacer, ¿qué debía hacer? ¿Me debía sentir mal? ¿Me gustaba? Tenía demasiadas dudas así que, me tumbe en la cama y me acosté ni comí solo quería dormir y descansar la mente.
Me desperté tarde sobre las 19:00 y tenía algunos mensajes de Marcos al leerlos pude ver qué me estaba preguntando por los deberes, así que rápidamente me puse a ver que deberes teníamos, se los mandé y me puse a hacerlos, iba mal de tiempo y no podía permitirme fallar, no podía decepcionarme ni a mí ni a mí madre era lo único que le faltaba.
En cuanto acabe de hacer los deberes me dirigí a la cocina a preparar la cena ya que mi madre estaba apunto de llegar y ya era bastante tarde, habia tardado entorno a dos horas haciendo los deberes.
Cuando llego mi madre cenamos y mientras cenábamos le confesé lo sucedido con Alex y ella me dijo que si me hacía feliz y creía que había cambiado de verdad ella lo aceptaría, más tarde mientras me ponía el pijama, un mensaje llegó de parte de Marcos dándome las gracias y diciéndome que mañana a primera hora tocaba lengua y queria que me sentará con el acompañado de un buenas noches que yo respondí con una sonrisa, -buenas noches no hay ningún problema mañana a primera hora me sentaré contigo.
Apague mi móvil para irme a dormir y me tiré en la cama, pensé que me costaría dormir por haberme dormido en la siesta pero fue cerrar los ojos y caer rendido ante el sueño
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El Invierno Que Descubrí El Significado De Amar
RomantizmMarcos y Mario eran compañeros de clase, dos chicos que al principio apenas se conocían. Con el tiempo, comenzaron a compartir risas y secretos, creando una amistad que se fortalecía con cada día. Pasaban las tardes hablando de todo y de nada, sinti...