Ser una Uchiha

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Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de College n Curls.

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Ser una Uchiha

Sus manos recorrieron su cuerpo con reverencia. Intentaba memorizar meticulosamente cada curva. Si hubiera podido, habría activado su Sharingan para grabarlo permanentemente en su mente. Incluso sin el uso de su línea sucesoria, nunca olvidaría la forma en que ella se sentía. La manera en que olía... Sus gemidos. Lo perseguirían por siempre. Calentándolo. Había sido un tonto al pensar que podía prescindir de ella después de verla de esta manera. Cómo podía ella desarmarlo con el más leve roce de sus manos.

En el fondo, instintivamente ansiaba sumergirse en ella, pero sabía que no debía hacerlo.

Aunque no contaba con experiencia, sí sabía lo dolorosa que podía ser la primera vez para una mujer. Lo último que quería era hacerle daño, y menos de esa manera. Mientras ignoraba sus necesidades físicas, disfrutaba inmensamente descubriendo partes de Hinata que nunca había conocido. Lugares que como el que estaba oculto entre sus piernas. Con curiosidad, exploró sus profundidades con los dedos. Ella colocó una almohada sobre su rostro para amortiguar sus gemidos o para ocultarlo... Él no estaba seguro de cuál era la razón. Sin embargo, no permitió que eso lo disuadiera.

Le bajó las bragas, ahora empapadas, ya que se interponían en su exploración. Ella se estremeció cuando él lo hizo e intentó cerrar las piernas al quedar expuesta. Sasuke sonrió satisfecho, disfrutando del desafío de vencer su timidez. Haría que se deshiciera. La haría olvidar todos los modales que había aprendido. Eso, por supuesto, no ocurriría en una sola noche, pero hoy sería el comienzo.

Lentamente, le besó la rodilla... Y los muslos. Ella se arqueó ante sus caricias y la piel se le erizó. Cuando Sasuke alcanzó su objetivo, le abrió las piernas con suavidad. Hinata solo opuso una ligera resistencia. Fuera cual fuese la guerra que ella estaba librando en su cabeza, estaba perdiendo. Ahora que la tenía justo donde quería, Sasuke no perdió el tiempo. Estaba resbaladiza, pero aún no estaba completamente preparada para recibirlo. Sin pensarlo dos veces, la lamió, sentía curiosidad por su sabor. Y por extraño que pareciera, le gustó.

Los muslos de Hinata se cerraron en torno a su cabeza, pero eso solo hizo que se acercara más. Su lengua se sumergió aún más, absorbiendo todo lo que ella le daba. Supo que tenía que estar haciéndolo bien cuando fácilmente deslizó dos dentro de ella. Los gemidos ahogados lo estimulaban a continuar. Más rápido, más profundo. Los dedos de Hinata le agarraron el cabello y los ojos casi se le pusieron en blanco.

—¡Sa-Sasuke! Sasuke, yo... —jadeó con una ligera sacudida de su cuerpo.

Su centro se tensó y palpitó alrededor de los dedos del Uchiha. Sus extremidades se fundieron sobre la cama y respiro agitadamente. Sasuke retiró los dedos y admiró su obra. El camisón se le pegaba como una segunda piel y ya no le servía para dormir. En algún momento, la almohada a la que Hinata se había aferrado se había caído para revelar su sonrojado rostro y sus enormes y pálidos ojos. Aquellos ojos estaban llenos de lujuria y él nuevamente capturó sus labios. Ella le devolvió el beso con entusiasmo, rodeándole el cuello con los brazos para acercarlo más. Podría besarla hasta que saliera el sol, pero su pene, que se tensaba dentro de los pantalones, no se lo permitía.

Manos hambrientas tiraron de la ropa hasta que ambos quedaron desnudos. Aunque el fuego de la habitación se había reducido a brasas, el lugar seguía estando increíblemente cálido. El orgasmo de Hinata había despertado un profundo deseo en él. Quería, no necesitaba, más. Sasuke abrió más las piernas de ella para acomodarse contra su centro. Luego se deslizó en su interior hasta la mitad. Entró con más facilidad de lo que esperaba, pero ella se sentía demasiado estrecha. El sonrojado rostro de Hinata mostraba toda su incomodidad, aunque intentaba ocultarlo. Había ido demasiado rápido. Se había precipitado. Se pateó mentalmente e intentó apartarse, pero Hinata tiró de él para acercarlo.

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