𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 ⋆。𖦹°.𝑻𝒉𝒆 𝑭𝒂𝒊𝒓𝒚 𝑮𝒐𝒅𝒎𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓'𝒔 𝑾𝒂𝒏𝒅

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       ⬑𝗧𝗵𝗲 𝗥𝗲𝘁𝘂𝗿𝗻 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝘀⬎             ( 3

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       ⬑𝗧𝗵𝗲 𝗥𝗲𝘁𝘂𝗿𝗻 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝘀⬎
             ( 3 . 🪞⋆。𖦹°.ೃ࿔*:・🥀 )
[Mal]

Entré en la habitación acompañada de Evie y Harriet.

- Este dormitorio es tan... - comenzó a decir Evie, pero la interrumpí sin vacilar.

- Asqueroso. - dije, frunciendo el ceño mientras inspeccionaba la habitación con desdén.

- Tienes razón, Mali, es repugnante. - Harriet, asintiendo, me dio la razón de inmediato.

- Definitivamente vamos a necesitar filtro solar. - comenté mientras ajustaba mi chaqueta. - Evie, Harriet. - señalé hacia las ventanas, y ambas se apresuraron a cerrar las cortinas, sumiendo la habitación en una penumbra más cómoda.

- Mucho mejor. - añadió Harriet, complacida.

Ya caída la noche, nos dirigimos al dormitorio de los chicos. Entramos con paso firme, y me senté en una mesa, flanqueada por Evie y Harriet.

- Jay, ¿qué estás haciendo? - le pregunté, observándolo con curiosidad.

- Se llama robar. - respondió Jay, como si fuera la cosa más natural del mundo.

- ¿En serio? ¿Y cuál es el punto? - cuestioné, sin entender su lógica.

- Bueno, Mali, - interrumpió Harriet con una sonrisa obvia - es como comprar lo que quieras, pero sin pagar.

Era evidente que todos estaban jugando, olvidando el verdadero propósito de nuestra misión.

- O podemos dejar todo como está y buscarlo cuando conquistemos el mundo. - dije con ironía, cruzándome de brazos.

- Suenas igual que tú Madre. - comentó Evie, casi en tono de admiración.

- ¿En serio? - pregunté, sintiéndome orgullosa.

- Déjalos, Mali. Cada uno tiene su modo de hacer las cosas. - dijo Harriet, apoyando la actitud despreocupada de Jay.

- Ahí lo tienen, tontos. - interrumpió Carlos, dejando de jugar para mostrarle algo a Jay. - Jay, tienes que ver esto, es divertido.

- ¡Chicos! - exclamé, recordándoles la razón por la que estábamos aquí. - Vinimos por un trabajo.

- Hada Madrina, bla, bla, varita mágica, bla, bla... - dijo Jay, imitando a la perfección un tono aburrido que hizo reír a todos.

- Esta es nuestra oportunidad de demostrar a nuestros padres lo que valemos. - continué, mi voz llena de determinación. - Debemos probar que somos malos, despiadados, inhumanos y crueles... ¿sí?

Los chicos asintieron, finalmente concentrados.

- Ev, el espejo. - ordené, y Evie se sentó mientras sacaba su espejo mágico.

El regreso de la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora