La Princesa Blair Beast pierde a su prometido, Liam, en un trágico incidente y se refugia en DunBroch. Tres años después, regresa a Auradon, donde un inesperado romance con Harry Hook le ayuda a sanar y encontrar un nuevo propósito.
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⬑𝗧𝗵𝗲 𝗥𝗲𝘁𝘂𝗿𝗻 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝘀⬎ ( 6 . 🪞⋆｡𖦹°.ೃ࿔*:･🥀 )
Carlos se encontraba en su habitación, inmerso en la búsqueda de ideas para citas a través de su navegador.
—¿Acaso estás leyendo sobre mi hombro, cierto? —le preguntó a su amigo con una sonrisa, mientras acariciaba suavemente su brazo.
De repente, la puerta de la habitación se abrió de golpe, y Mal irrumpió en el espacio, cerrando la puerta rápidamente detrás de ella. Su rostro lucía apresurado, como si hubiera estado siendo perseguida a través de los pasillos. Con un movimiento decidido, puso la llave en la cerradura y comenzó a caminar de un lado a otro, evidente nerviosismo marcando su andar. Tomó el control del televisor, donde se proyectaba un reportaje sobre ella y Ben, y apagó la pantalla con un gesto abrupto. Luego, continuó su marcha frenética, deteniéndose en ocasiones, mientras sus ojos brillaban con un intenso verde, una mezcla de ansiedad y determinación. La preocupación se apoderó de Carlos al notar su estado.
—¡Wow, calma! —exclamó, tratando de aliviar la tensión en el ambiente.
—¿Qué? —respondió Mal, con incredulidad—. ¿A ti te parece que esto es sencillo? ¡No tienes un público fotografiándote cada vez que abres la boca para decir "Boo"! Bueno, no podía decir "Boo", pero ya sabes a lo que me refiero... —se defendió con fervor, su voz entrecortada por la ansiedad.
—Lo siento —se disculpó Carlos, regresando su mirada al navegador, sintiéndose un tanto culpable.
—Carlos, ¿no extrañas esa sensación de gritarles a los demás y obligarlos a huir despavoridos de ti? —inquirió, mirando a la nada en particular.
Carlos la miró con un atisbo de tristeza, recordando sus días en la isla.
—Eso es lo que hacía mi madre —comenzó a recordar su vida en la isla, dejando que los recuerdos fluyeran con sinceridad—. Y yo solía ser quien recibía esos gritos, así que... no, realmente no lo extraño.
