La Princesa Blair Beast pierde a su prometido, Liam, en un trágico incidente y se refugia en DunBroch. Tres años después, regresa a Auradon, donde un inesperado romance con Harry Hook le ayuda a sanar y encontrar un nuevo propósito.
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⬑𝗧𝗵𝗲 𝗥𝗲𝘁𝘂𝗿𝗻 𝗼𝗳 𝘁𝗵𝗲 𝗣𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝘀⬎ ( 2 . 🪞⋆｡𖦹°.ೃ࿔*:･🥀 )
El sonido de mis propios pasos resonaba en los pasillos vacíos del castillo mientras caminaba, cada eco un recordatorio de la soledad que a menudo sentía en estos muros dorados. Era una soledad elegida, una protección contra el dolor de las palabras de Ben, de la traición que había sentido cuando él había preferido a Mal sobre mí, su propia sangre.
Aquel fatídico día de hace tres años aún estaba grabado en mi memoria con dolorosa claridad. El sol se había ocultado tras nubes oscuras, presagiando el desastre que estaba por venir. Liam, siempre valiente, siempre dispuesto a protegerme, había dado su vida por mí. Pero Ben, en su ceguera y lealtad a mal, había encontrado en mí la culpable. Sus palabras seguían siendo como veneno en mi mente, repitiéndose una y otra vez: "Tú nunca entenderás lo que es amar de verdad, porque siempre terminas destruyendo todo lo que tocas, Liam murió por tu culpa, si no fueras tan ingenua, ese chico de maravilla no habría tratado de secuestrarte y Liam no hubiera tenido que arriesgar su vida por ti."
Habían pasado dias, y aunque el dolor se había convertido en una especie de compañía silenciosa, la herida nunca había sanado del todo. Ben y yo éramos como extraños ahora, nuestras conversaciones reducidas a la más estricta formalidad. Pero no era solo el comentario sobre la muerte de Liam lo que nos había separado, sino la presencia de Mal, esa intrusa que había envenenado nuestra hermandad.
Mientras caminaba hacia la sala del trono, sabía que Ben estaría allí, discutiendo los preparativos del baile con Mal y los demás. Al entrar, noté la tensión en el aire. Mal estaba sentada junto a Ben, su postura relajada, como si ya se considerara la reina de Auradon. Jay y Carlos estaban cerca, hablando en voz baja, mientras que Evie y Félix estaban más alejados, sumidos en una conversación que parecía bastante animada.
Ben levantó la vista al verme entrar, su rostro se endureció ligeramente, pero se obligó a sonreír. —Blair —dijo en un tono cordial— Me alegra verte.
—Ben —respondí con igual frialdad, mi mirada deslizándose hacia Mal, quien me observaba con sus penetrantes ojos verdes, una sonrisa apenas perceptible jugando en sus labios.
